El límite de mis capacidades

Estimados hermanos en Cristo Jesús:

El cristiano es una persona que se encuentra en perfeccionamiento constante por obra del Espíritu Santo, por la Palabra divina y en virtud de la Obra realizada por Cristo a favor de él. No es una persona que tenga que ir «inventándose a sí mismo» o creando sus propios caminos. ¡NO! El redimido por Cristo es una persona con una misión y un futuro establecido por Dios, quien le ha dado la constante y fiel compañía del Santo Espíritu; una vía de comunicación permanente con el cielo; y una misión que cumplir. Demos gracias por nuestras metas, los recursos y el siempre presente auxilio divino.

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Efesios 4: 13

Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes



Lectura Bíblica

Hebreos 13: 20-25.

Introducción

Aun cuando todavía estamos iniciando el año, puede suceder que te encuentres cansado, desmotivado y sin deseos de hacer lo que sabes que Dios quiere de ti. Y no me refiero tanto al cansancio físico, sino que a una forma de agotamiento que podría llamar interior, mental, espiritual; posiblemente muy asociado con un sentimiento de apatía, derrota, angustia; incluso con algo de enojo.

Es un sentimiento que te hace pensar o exclamar: «no quiero más», «no sabría hacerlo», «no sé cómo seguir», «no sé cómo enfrentar el desafío», «no siento interés», «me supera», «no soy capaz», «ya es suficiente», «no soy apto», etcétera.

Si has experimentado estas vivencias y, especialmente, si las estás experimentando ahora mismo, entonces es importante que sepas que también algunos de los más grandes hombres de Dios las han experimentado. En realidad, muchos hombres y mujeres de la Biblia y de la historia de la Iglesia las han experimentado.

Veamos lo que sucedió con algunos de los grandes personajes mencionados en las Escrituras. Aprendemos de ellos que hay que:

  1. Admitir la situación.
  2. Reconocer que siempre hay recursos.
  3. Tomar los recursos que yo necesito.

Conclusión

Podemos ver que ante un bloqueo anímico, para empezar o continuar una tarea, debemos: primero, aceptar nuestra condición e incapacidad; segundo, confesar o declarar nuestras limitaciones y sentimientos ante Dios; tercero, tener la certeza de que hay una respuesta ya preparada por Dios; cuarto, tener presente que es Dios quien hace las obras y quinto, buscar apoyo entre aquellos que Dios ha dispuesto para tu perfeccionamiento entre tus hermanos.

os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Hebreos 13: 21

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

28 de abril de 2024

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