Queridos hermanos en la fe:
Les invito a orar para que los planes de los adversarios de Cristo sean estorbados y que la ingenuidad de muchos cristianos dé paso a la claridad y a la razón.
Resulta anecdótico que, hasta hace no mucho tiempo, la celebración pagana de Halloween constituía algo totalmente ajeno a nosotros, algo de países lejanos con culturas diferentes. Lamentablemente, en el día de hoy, desde principios del mes de octubre vemos: al comercio promocionarla motivando su celebración; a la TV y el cine, reforzando la atmósfera demoniaca y a familias (e incluso colegios) planificando su celebración.
Cuán evidente es el avance de las fuerzas de maldad sobre este mundo que cada día se aleja más de Dios. Pero nosotros, mis hermanos, acatemos de corazón el consejo divino:
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
Efesios 6: 14
Pasaje bíblico
Hechos 19: 11-20.
Introducción
Es destacable como los hermanos de Éfeso comprendieron el profundo contraste entre las tinieblas, en las cuales habían permanecido por generaciones, y la luz admirable de Dios, en la cual ahora vivían; comprensión que los llevó a encender una hoguera con todos los libros de magia que poseían.
Si alguien conocía muy bien lo que era la magia, eran los hermanos de Éfeso, pues allí las ciencias ocultas formaban parte de la instrucción natural de sus habitantes. Como un ícono de su paganismo se encontraba en su centro el culto a Diana y su templo, una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Los hermanos de Éfeso pudieron darse cuenta del gran contraste entre el Dios único y vivo que predicaba Pablo, el cual ellos habían recibido en sus corazones, y los dioses falsos que habían heredado de sus padres. Ellos pudieron comprobar el contraste entre el poder del Espíritu Santo y el poder de los espíritus demoniacos.
Estos nuevos discípulos comprendieron lo contaminante, así como lo dominante y el poder que había en esos libros de ciencias ocultas, y tuvieron la sabiduría para eliminarlos, no vendiéndolos, no tirándolos a la basura, sino que quemándolos, transformándolos en cenizas ilegibles y sin valor, monetario o sentimental.
Al ver este santo celo en aquellos hermanos, resulta tan contrastante como algunos cristianos contemporáneos juegan o hacen alianzas con prácticas que a un «redimido» debieran producirle un total rechazo.
Consideremos ahora, lo que las Escrituras nos enseñan respecto a lo que un cristiano debe hacer con lo que fue su vieja vida:
- Verdad y mentira (Hechos 19: 11-17).
- Lo auténtico (Hechos 19: 11-12).
- Lo falso (Hechos 19: 13-17).
- Confesión (Hechos 19: 18).
- Limpieza (Hechos 19: 19).
- Crecimiento (Hechos 19: 20).
Conclusión
Al quemar los libros de magia, los hermanos testificaban su total rompimiento con las prácticas ocultistas, su rechazo a la influencia de los poderes de las tinieblas sobre ellos. Es bueno revisar en nuestro bagaje —hablo metafóricamente— cuantos libros de magia aún llevamos con nosotros. Lo práctico y agradable a Dios es que rompamos, ya, con toda aquella influencia que solo trae consigo la carencia de paz, gozo y poder del Señor.
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
Efesios 5: 8