Muy apreciados hermanos:
Les saludo pidiendo a nuestro Señor que su gracia y su paz sean con cada uno de ustedes.
En el día de hoy les quiero invitar a considerar otras características de los días de Noé, particularmente, la deshumanización de aquella generación, la cual también estamos viendo fuertemente en nuestros días, pues es otro daño que sufre el ser humano cuando se distancia de Dios.
Que nuestro Señor nos ayude a poner en práctica la exhortación del Apóstol:
Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
1ª Tesalonicenses. 5:6
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.
Pasaje bíblico
Efesios 6:10-18
Introducción
Al ver la sociedad que nos rodea es fácil ver puntos de comparación con la sociedad en la que vivió Noé, comenzando con el distanciamiento de Dios y su voluntad. Hoy como ayer, resulta difícil encontrar corazones verdaderamente rendidos a Dios, por el contrario, hay una gran resistencia a hacer Su voluntad. Es claro que personas religiosas hay muchas, y no pocas, incluso, se dicen cristianas; pero personas en cuyos corazones mora y reina Cristo son cada vez menos. En pocas palabras, personas que, en las palabras del Señor, hayan experimentado el nuevo nacimiento, son cada día más escasas.
En esta oportunidad le invito a continuar considerando características que marcaron a la generación contemporánea de Noé, rasgos que también podemos observar abundantemente en nuestra generación.
- Búsqueda de poder sin Dios.
- Búsqueda del poder sobrenatural.
- Ropa vieja vendida como nueva.
- Deshumanización.
Conclusión
Los tiempos de Noé, como los tiempos de la Segunda Venida del Señor, son tiempos de violencia y de gran actividad asociada a los demonios, lo cual termina deshumanizando a las personas. Por la gracia del Señor, los cristianos contamos con la divina cobertura; lo importante es no salirse de debajo de ella, exponiéndose neciamente, y mantenerse vestidos, no con ropas ligeras o de fiesta, sino con toda la armadura de Dios.
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Romanos 13:12