Caminar con dicha, parte II

Muy estimados hermanos:

El Señor Jesucristo advirtió:

No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mateo 4: 4

Bien sabemos que no basta con adquirir y usar la mitad de los remedios que se encuentran en la receta que el médico nos entrega. Para que esa receta sea efectiva, hay que aplicarla en forma completa. Así también sucede con la Biblia, no basta con seleccionar lo que más nos gusta para luego aplicarlo; debemos aplicar toda su enseñanza, de lo contrario, nunca conoceremos el enorme caudal de beneficios que Dios quiere entregarnos por medio de ella, además de evitarnos caer en errores que producirán serios problemas en nuestro desarrollo cristiano.

Aunque somos redimidos y amamos las Escrituras, es común que, sin darnos cuenta, la «recortamos», echando al olvido importantes porciones que nos resultan menos atractivas, con lo que dejamos pasar grandes bendiciones por falta de escrutinio.

El Señor renueve nuestro amor por Su Palabra.


Lectura Bíblica

Proverbios 3: 13-18.

Introducción

Hemos considerado que, además de las conocidas «Bienaventuranzas» que se encuentran en Mateo 5: 3-12, en la Biblia se encuentra una multitud de bienaventuranzas que nos muestran lo satisfecha, lo dichosa, lo afortunada que debe ser la vida de una persona que ha arreglado sus cuentas con el Señor y es obediente a Él; por ello, dijimos que el cristiano es una persona bienaventurada.

Leímos que es bienaventurado:

  • Aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado (Salmos 32: 1).
  • El hombre que puso en Jehová su confianza (Salmos 40: 4).
  • El varón que no anduvo en consejo de malos (Salmos 1: 1).
  • El varón que soporta la tentación (Santiago 1: 12).
  • El hombre a quien Dios corrige, Y en su ley es instruido (Salmos 94: 12).

En esta oportunidad, quiero invitarles a considerar un segundo grupo de bienaventuranzas, todas ellas verdaderas fuentes de salud y vigor para el alma de un creyente.

Las Escrituras también nos dicen que es bienaventurado:

  1. El escudriñador de las profecías (Apocalipsis 1: 3).
  2. El que estuviere preparado para la venida del Señor (Apocalipsis 22: 7).
  3. El que oye la Palabra de Dios y la lleva a la práctica (Santiago 1: 22).
  4. El que «teme» a Dios (Salmos 112: 1).
  5. El que halla la sabiduría (Proverbios 3: 13).

Conclusión

Con cuánta razón el apóstol Pablo le escribe a la iglesia de Filipo:

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!

Filipenses 4: 4

Desarrollando la idea, podríamos expresarla, más o menos, así:

Regocijaos, porque vuestra transgresión ha sido perdonada y borrados vuestros pecados. Regocijaos, porque vuestra confianza jamás será defraudada, pues ha sido puesta en Dios y tienen acceso directo a la sabiduría de Dios. Regocijaos, porque habéis rechazado el consejo de los malos y en Dios pueden soportar toda tentación. Regocijaos, porque sois corregidos por Dios y en sus principios sois instruidos. Regocijaos, porque tenéis acceso a las profecías y tenéis la esperanza viva de la Segunda Venida del Señor. Regocijaos, porque teméis al Señor y ponéis en práctica sus instrucciones.

Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Salmo 32: 11

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

16 de julio de 2023