Muy estimados y recordados hermanos en la fe: 

 Cuán grande es el amor que nos demostró nuestro Salvador y Señor al venir a morar con nosotros como uno de nosotros. Nos mostró en forma práctica lo que significa el amor descrito por el apóstol Pablo en su  primera carta a los Corintios, en el capítulo trece. Un amor que implica la participación de la razón y la  voluntad, un amor que involucra a elementos como: compromiso, respeto, paciencia, confianza, fidelidad,  justicia, mansedumbre y desprendimiento.  

 Un amor que involucra a toda la persona, no sólo al corazón, y no depende de las circunstancias, sino que las trasciende. 

 En esta oportunidad, les invito a intentar dimensionar sólo un poquito más el enorme amor de nuestro Señor para con nosotros y aquellos que aún no le conocen como su redentor. 

 Les saluda pidiendo al Señor, que tengan un bendecido culto de oración. 

Sergio Oschilewski M. 
Pastor IBLC 

Reunión de Oración  

Oración 

Cánticos a elección 

www.iglesiabiblicalascondes.cl 

(Alabanzas 🠚 Himnos/Cánticos) 

Lectura de la Biblia 

1ª Pedro 2:21-25 

Reflexión: Algunos hitos que nos hablan del amor de Cristo Jesús 

 Sabemos que el amor del Señor Jesús que le motivó a decir: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad,” (Heb.10:7b), y que le llevó a realizar aquella obra que conmovió a la creación mediante su encarnación, fue inmenso, pero, ¿nos damos cuenta de cuán grande fue realmente ese amor? Quiero invitarles a considerar sólo siete hitos, siete hechos que nos hablan de aquel amor que sobrepasa nuestro entendimiento. 

 Les ruego, que lean cada punto con lentitud y solemnidad, pidiendo al Señor que nos ayude a comprender y sentir lo que Su palabra expresa. 

 Reflexionemos en cómo el amor de Cristo Jesús se enriquece sin medida, al considerar que: 

 1.- Admitió ser sacrificado por nosotros aún antes de crearnos

 “ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,” 1ª P. 1:20. 

 2.- Se despojó de su gloria para lograr el propósito de darnos vida eterna. 

 “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;” Fil. 2:6, 7.

 3.- Vino a salvarnos sin que nosotros le amáramos o le llamáramos

 “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” 1ª Jn. 4:19. 

 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”  Ro. 5:8. 

 4.- Su humillación continuó hasta experimentar las máximas ofensas y la peor muerte

“y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Fil.2:8. 

 5.- Su sacrificio, más allá de los terribles dolores físicos, implicó el recibir el castigo por nuestros pecados

 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Is. 53:5. 

 6.- Sumado a los dolores antes descritos, experimentó el angustiante abandono de Su Padre

“Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” Mar. 15:34. 

 7.- Se sacrificó por nosotros aun cuando fue rechazado por los suyos, estando ya aquí en “el mundo”. 

“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” Jn. 1:11. 

 Después de reflexionar en estas inmensas pruebas de amor, podemos entender un poco más aquellas solemnes y maravillosas palabras:  

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” Ro.8:35. 

Sergio O.M. 

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Oración 

 A continuación, le invito a pasar unos momentos en oración. 

Adoración, Alabanza y Gratitud:  

“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2ª P. 3:18). 

 ¡Sí!, demos de todo corazón gloria a nuestro Señor, que nos amó y nos redimió, motivado por un amor que sobrepasa grandemente nuestra comprensión y capacidad de retribución. De todo corazón te damos gracias, Señor, por venir a rescatarnos a un costo tan enorme. Amén. 

Seamos agradecidos por las personas que apoyan y los medios disponibles para continuar con la Obra. 

Es cierto que en el día de hoy tenemos limitaciones para realizar nuestras reuniones, no obstante, seamos agradecidos con el Señor por todas las personas que, con un corazón dispuesto, hacen posible mantener activa nuestra Iglesia, así como por los medios que ha puesto Dios a nuestro alcance, para no detenernos; partiendo del más común y simple, el teléfono; continuando con el e-mail, Facebook, WhatsApp, Zoom y otros. 

Otros motivos de adoración, alabanza y gratitud: 

Peticiones:  

Por la Escuela Dominical. 

 Continuemos pidiendo al Señor dirección por la primera parte del plan para dar inicio a la Escuela Dominical mediante la plataforma Zoom. Es un proyecto complejo que requiere de su apoyo en oración por los organizadores y profesores que trabajarán en él. 

Por los incendios forestales. 

 Recientemente el ministerio de Agricultura nos informaba que, a la fecha, ya se habían producido 5.869 incendios en todo Chile. De los siniestros que se habían investigado, se concluía que el 42% eran intencionales. Los incendios conllevan pérdida de: terrenos, animales, cultivos y bosques. Además, se debe considerar la gran contaminación y el uso de los escasos recursos hídricos, así como la gran cantidad de recursos económicos 

necesarios. A todo lo anterior, se suma lo más importante, la alta probabilidad de pérdida de vidas humanas y el daño a la salud pública por la contaminación producida. Pidamos al Señor que cuide de los bomberos y voluntarios que combaten el fuego; que ate las manos criminales que encienden esos fuegos y guíe a las fuerzas policiales para detenerlos. 

Por la Nación de Israel. 

 No nos olvidemos en nuestras oraciones de aquel pueblo descrito como “la niña de sus ojos” (Zac.2:8b); me refiero a Israel quien ha sido y es un pueblo muy especial y que aún tiene un enorme protagonismo en el futuro. Debemos orar, primeramente; para que su vista sea abierta y reconozcan en el Señor Jesucristo, al Mesías anunciado por los profetas; luego, orar por la “paz de Jerusalén”. 

Por nuestros hermanos que viven más allá de nuestras fronteras. 

 Este jueves, les invito a continuar orando por hermanos de los cuales poco o nada sabemos, pero que están ahí, formando parte de la Iglesia universal, en lugares lejanos a los cuales es muy posible que nosotros nunca viajemos. En esta oportunidad les invito a orar por los hermanos que viven en Guyana, al norte de América del  Sur. 

Amparo para nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo. 

Recordemos en esta oportunidad, a nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo, que viven en el lejano Vietnam. Ellos son perseguidos por muchos grupos como: el sistema comunista, el crimen organizado y líderes de grupos étnicos, entre otros. 

Otras peticiones

Peticiones en las cuales insistir:  

Por los hermanos más expuestos a ser contagiados. 

Persistamos en orar por aquellas personas que están especialmente expuestas a ser contagiadas con el COVID-19. Pidamos, particularmente, por aquellos que trabajan en el área de la salud, así como en las áreas de abastecimientos básicos y de servicio público, como funcionarios de Carabineros, de la Policía de Investigaciones y personal del Ejército. 

“Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.”  Salmo 63:7,8