JUEVES DE ORACIÓN
Administrando mi tiempo como cristiano
Amados hermanos, muy buenas tardes:
La administración del tiempo durante nuestra vida “bajo el sol”, es un tema que hemos tratado en oportunidades anteriores; no obstante, es muy amplio y tiene muchos capítulos, por lo que estamos lejos de haberlo agotado; por otra parte, pienso que ya es prudente abrir algunas de las secciones pendientes; por esa razón en nuestra reflexión de hoy trataremos sobre este amplio e importante asunto.
Les saludo trayendo a la memoria la exhortación del apóstol Pablo cuando dijo: “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.” Col.4:5.
Sergio Oschilewski M.
Pastor IBLC
Reunión de Oración
Oración
Cánticos a elección
www.iglesiabiblicalascondes.cl
(Alabanzas 🠚 Himnos/Cánticos)
Lectura de la Biblia
Efesios 5:15-20
Reflexión: Administrando mi tiempo como cristiano
A) Administradores del tiempo.
¿Cuál es el valor del tiempo? Esta pregunta no adquiere sentido real para nosotros hasta que nos damos cuenta de que hemos sido designados como administradores del tiempo que poseemos, que ese tiempo es limitado y que tendremos que dar cuenta de su uso.
El tiempo es uno de los mayores tesoros que poseemos y nos ha sido dado para disponer de él con sabiduría, para realizar las obras preparadas de antemano para nosotros. A veces, nos parece muy poco, cuando lo comparamos, por ejemplo, con el tiempo que la humanidad ha estado en la tierra, pero, sea cuanto sea la cantidad que se nos ha otorgado, podemos tener la certeza de que es la suficiente como para realizar las labores encomendadas.
Lo más probable es que mucho del tiempo que Dios nos prefijó, ya lo hemos desperdiciado, siendo lo más triste, el hecho de que es irrecuperable. El apóstol Pablo aconseja: redimirlo (Col.4:5), lo que equivale a rescatar el tiempo que usualmente desperdiciamos, el tiempo que se pierde en el ocio estéril y en malas prácticas, para aprovecharlo bien.
B) Atrasos.
Dentro de este gran tema, hay un aspecto que suele tocarse de manera más bien informal, y muchas veces, dándole un carácter liviano: me refiero al tema de la impuntualidad o atrasos en los compromisos relacionados con el quehacer espiritual. El ejemplo que resulta más obvio y también evidente es el que se relaciona con llegar tarde a las actividades relacionadas con la Iglesia, vale decir: Cultos, estudios, consejerías, planificaciones, etc. También es importante considerar otras formas de atrasos menos notorias para los demás, como ser: la postergación indefinida del uso de dones y talentos para el bien de la iglesia local; o peor aún, el demorar en confesar nuestros pecados ante Dios.
Considerando lo primero: ¿Qué tan importante es llegar a tiempo? ¿Qué tan grave es llegar tarde?
Habría que preguntárselo a los que se atrasaron en llegar al arca de Noé. Recordemos que la paciencia de Dios había esperado por mucho tiempo, finalmente se dio al hombre una última oportunidad: el tiempo que demoró la construcción de la magnífica arca en la que se salvaría Noé, su familia y los animales seleccionados por Dios; además de todo aquel que creyendo en el juicio venidero, atravesara su umbral. Finalmente, el Arca fue terminada y todo quedó dispuesto, luego: “Jehová le cerró la puerta. Y fue el diluvio” (Gn.7:16b, 17a). La puerta del Arca, estuvo abierta mucho tiempo, pero, fue cerrada en el momento preciso, ni antes ni después y no se volvió a abrir hasta después del Diluvio que mató, entre otros, a todos los seres humanos que no estaban en Ella. Todos los que llegaron atrasados, murieron.
Otra persona que supo de lo imprudente que era atrasarse, fue Lot. Cuando se acercaba el momento de la destrucción de la malvada Sodoma, dice la Biblia que los ángeles le apuraban, pero él se atrasaba, entonces los ángeles “asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.” (Gn.19:16b). El programa de Dios para destruir a la ciudad, no se detuvo por Lot, él fue salvado sólo por gracia. Si los ángeles no lo hubieran sacado, junto a su familia, asiéndolos de las manos cuando se retrasaban en su salida, Lot y su familia habrían perecido.
Mirando hacia el futuro, el Señor nos adelanta, en la parábola de las diez vírgenes en Mateo 25:1-13, lo que les ocurrirá a las “vírgenes fatuas”, aquellas que llegarán atrasadas a la Boda. Simplemente, se quedarán fuera.
Dios es preciso, puntual y ordenado, toda la creación actúa conforme a estos principios, a pesar, del pecado y de los intentos del adversario por ir en contra de ellos. Nosotros, como hijos de ese Dios de precisión, puntualidad y orden, debemos andar conforme al modelo que nuestro Padre nos ha dado; debemos, pues, ser dignos embajadores del reino que representamos.
Morir sin Cristo en el corazón, implica no haberse presentado a la cita que Dios tenía con esa persona durante el tiempo de su vida. Con la muerte concluye la espera y la posibilidad de entrar al cielo, sin existir segunda oportunidad; pues, al cielo nadie entrará atrasado.
Todo hace ver que no faltan las personas que asisten a la iglesia considerando que hacen un favor al pastor, o, incluso, a Dios. Ellos dicen: “Pero, llegué”, o bien: “más vale tarde que nunca”. Esa infantil excusa, en realidad dice: “¿Qué más quieren, no están viendo que vine?”
Siempre estamos comunicando ideas, ya sea por: palabras, gestos, silencios, nuestra forma de vestir, nuestro corte de pelo, el perfume usado, el regalo elegido, etc.; sin embargo, solemos olvidarnos que, también las transmitimos por nuestras acciones, y una de ellas, que habla muy fuerte y claro es: el atraso. Cuando llegamos tarde todos nos ven, incluyendo, nuestros hijos y los niños de la iglesia, a quienes se les está dejando claro que las cosas de Dios no son tan importantes como ir: al colegio, al trabajo, a la consulta del médico, al concierto, o al partido que esperan ver en la tarde del domingo; pues, a todas esas actividades hay que llegar a la hora, pero a la iglesia… no importa, pues no se pierde nada. Esto constituye un garrafal error, aparte de un insulto hacia Dios y la congregación, que traerá consecuencias sobre la vida espiritual de la persona, su familia y la iglesia. El culto a Dios no es optativo ni recreativo.
Antes de terminar esta primera parte, aclaro que es totalmente comprensible que ciertas circunstancias impidan, en ocasiones, el ser puntuales. También se entiende que hay personas que, por distancia, problemas de tráfico, hora de salida del trabajo o estudios y salud, simplemente no pueden llegar a la hora a ciertas reuniones habituales. Esta reflexión no es una crítica a ellos, pues se entiende que existen situaciones especiales.
Continuará en el próximo Boletín
Sergio O.M.
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Oración
A continuación, le invito a pasar unos momentos en oración.
Adoración, Alabanza y Gratitud:
Agradezcamos por los muchos beneficios recibidos del Señor.
“Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.” (Sal.103:2)
Aun cuando continuamos estancados en una pandemia y sobreabunda la blasfemia y la violencia; esto no nos debe impedir reconocer que estamos rodeados de incontables misericordias y bendiciones de parte de Dios, las que muchas veces no vemos, por el hecho de que nuestra atención se encuentra cautivada por los problemas que nos rodean. Reconozcamos el sustento continuo del Señor, sustento no sólo material, sino que también: espiritual, moral y mental, y agradezcámosle; lo cual nos hará mucho bien.
Otros motivos de adoración, alabanza y gratitud:
Peticiones:
La Escuela Dominical.
Mantengamos en oración a nuestra Escuela Dominical. Como todos saben, la clase “Primarios”, comenzó y ha continuado avanzando mediante la plataforma Zoom. Por su parte los más pequeños son atendidos, con la cooperación de sus padres, mediante la página WEB, donde semanalmente se sube material especialmente preparado, considerando el mensaje o evento conmemorado. También agradecemos por cuanto desde hace un tiempo se inauguró la sección: Canciones para niños, donde se han ido subiendo cánticos apropiados para los más pequeños. Continuemos orando por ánimo y fuerzas para los que están trabajando por nuestros niños y para que otras clases se vayan sumando.
Por el fortalecimiento de la fe.
En estos días de dificultades y limitaciones, la fe se encuentra a prueba. Algunos pasarán este trance sin tropiezo; otros, con dificultades; y otros, sufrirán mucho daño. Les ruego apoyar a aquellos hermanos cuya fe es frágil e inmadura. Oremos por ellos y también hablemos con ellos con el fin de recordarles la grandeza y poder de aquel en quien descansa nuestra fe.
Oremos por el ministerio de: “Un Rincón de Alegría”.
Pidamos al Señor que cuide y guíe al equipo que encabeza a esta organización, y les ayude a sortear los obstáculos que presenta este año de difícil navegación. El Señor les proteja y dé sabiduría para continuar con la hermosa y fructífera labor que realizan.
La Mesa Directiva de la Corporación.
Como una de las iglesias que conforman la Corporación de II.BB., tenemos el deber de orar por su Cuerpo Directivo, pidiendo por sabiduría y diligencia en el cumplimiento de su deber.
Por nuestros hermanos que viven lejos.
Continuando con nuestro programa de oración por las iglesias que se encuentran más allá de nuestras fronteras, hoy les propongo orar por nuestros hermanos que se reúnen en Alemania, herederos de hombres como: Lutero, Melanchton y Ziegenbalg. Pidamos por protección y cuidado del celo santo por las Sagradas Escrituras y la misión de propagar su mensaje.
Amparo para nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo.
Recordemos en esta oportunidad, a nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo, que viven en la República Islámica de Afganistán. Parte de un informe sobre la persecución mundial al pueblo cristiano, dice: “Afganistán continúa siendo el segundo país más peligroso de la Lista Mundial de la Persecución 2021” “Todos los cristianos de Afganistán se enfrentan a la amenaza de asesinato, tortura, encarcelamiento y destierro debido a su fe.”
Otras peticiones:
Peticiones en las cuales insistir:
Por las autoridades que gobiernan nuestra Nación.
Pidamos a nuestro Señor que otorgue inteligencia y guía a las autoridades para que actúen de la mejor manera posible ante las diversas crisis que enfrenta nuestro país, a saber: sanitaria, ambiental, económica, política, social y delictual.
“En tu mano están mis tiempos;” Salmo 31:15a