JUEVES DE ORACIÓN
Administrando mi tiempo como cristiano
Queridos hermanos y compañeros de oración:
Les ruego encarecidamente que se mantengan firmes en la oración, y no se dejen llevar por la ilusión carnal y luciferina de que no hay tiempo para ella y que mañana será un día mejor para hacerlo.
Necesitamos orar con disciplina y constancia, no sólo para disfrutar de la comunión con el Señor y crecer, sino que también, para resistir los oscuros días que estamos viviendo. Sólo en la comunión íntima y diaria con Dios, hay libertad, paz y posibilidades de un mañana fructífero para nuestra vida y para el país, que se hunde fruto de la manipulación de gente inicua que se manifiesta claramente contraria a todo principio sagrado.
En nuestra reflexión de hoy, veremos la tercera parte del gran tema sobre el tiempo que nos es concedido, y su administración.
Les saluda, deseando que vuestra reunión de oración sea muy bendecida.
Sergio Oschilewski M.
Pastor IBLC
Reunión de Oración
Oración
Cánticos a elección
www.iglesiabiblicalascondes.cl
(Alabanzas 🠚 Himnos/Cánticos)
Lectura de la Biblia
Colosenses 3:23-25
Reflexión: Administrando mi tiempo como cristiano
Tercera Parte
Recapitulando:
El jueves pasado consideramos que tras la clásica excusa que se da para no comprometerse con tareas espirituales, la cual dice: “no tengo tiempo”, siempre se esconde un autoengaño pues, tiempo hay, lo que, muchas veces no hay es: interés, voluntad y amor hacia las cosas de Dios y, peor aún, hacia Dios mismo.
También consideramos un primer principio, relacionado con el tiempo, el cual dice: Hay un tiempo para cada cosa. Hoy le quiero invitar a continuar con este tema y con ello, considerar un segundo principio.
⬥ Principio N°2: Todo tiempo es de Dios.
Un error muy típico que cometen algunos cristianos es dividir su vida entre el tiempo que es de Dios y el tiempo que es propio, o “mío”. Ellos dicen: “uno es el tiempo de Dios, tiempo destinado a la iglesia, tiempo de mi vida religiosa; otro, es el tiempo del trabajo; otro, es el tiempo del estudio; otro, es mi tiempo de ocio; otro, es el tiempo de negocios; etc.
Hemos visto que: hay un tiempo para cada cosa; lo que ahora consideramos, es que, todo ese tiempo, sin importar como se subdivida: es de Dios, pues le pertenecemos con todo lo que somos y tenemos, incluyendo el tiempo que se nos ha asignado en esta vida.
Pensemos ¿en qué tiempo no estamos sirviendo a Dios para su gloria? ¿en qué tiempo estamos fuera de la vista del Señor y autorizados para actuar bajo nuestros propios parámetros? consideremos algunos ejemplos:
A- El tiempo usado en el trabajo:
“no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;” Ef. 6:6.
Aunque sea en una actividad totalmente secular, los cristianos debemos actuar como “siervos de Cristo”, dando testimonio con nuestro desempeño.
B- El tiempo usado en los asuntos del matrimonio es del Señor:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia” Ef. 5:25a
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.” Col. 3:18.
Todo nuestro actuar en la vida matrimonial se encuentra subordinado a normas perfectas originadas y entregadas por Dios.
C- El tiempo usado en la crianza de los hijos está en función del Señor:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán en tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Deu.6:6,7
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Ef. 6:4.
Todo el desempeño como padres se encuentra sujeto a lo establecido por Dios, lo cual debemos conocer y poner en práctica.
En pocas palabras, podemos resumir la idea en dos tremendas frases que lo dicen todo:
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;” Col. 3:23.
“Sí, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” 1ª Co. 10:31. Todo el “andar” del cristiano está en función del Señor y con ello, todo su tiempo.
Por lo que hemos podido ver, queda claro que el tiempo que se dedica: a actividades injustas, a la diversión carnal, al vicio o a la relajación moral; en general, a acciones pecaminosas; es un tiempo robado a Dios para malgastarlo y siempre se volverá contra su usuario, provocándole dolor y perjuicio.
Continuará el próximo jueves
Sergio O.M.
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Oración
A continuación, le invito a pasar unos momentos en oración.
Adoración, Alabanza y Gratitud:
Agradezcamos por lo que nos espera.
El apóstol Juan escribe:
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es.” (1ª Jn. 3:2).
Ante tanta maravilla sólo podemos decir, con humildad y mucho respeto: Gracias Señor, ¡cuán grande es tu amor, cuán grande es lo que tienes reservado para nosotros!
Gratitud por la reciente sesión de la Mesa Directiva.
Agradezco al Señor por la reunión vía Zoom que la Mesa Directiva de la Iglesia pudo realizar el día lunes 26. Gracias al Señor por la tecnología que nos permitió su realización, así como por la salud y presencia de todos sus participantes; el Señor les proteja y bendiga; y nos siga dando sabiduría y guiando para administrar la amada iglesia a la cual pertenecemos.
Otros motivos de adoración, alabanza y gratitud:
Peticiones:
Por los profesores.
En estos días de pandemia, el trabajo de los profesores se ha transformado en una labor muy exigente y desgastadora. Ellos tienen que realizar clases presenciales y virtuales en forma simultánea, enfrentando dos realidades totalmente diferentes al mismo tiempo; a lo que se le suma la agresividad, particularmente de algunos apoderados, que transforman este noble trabajo en una pesadilla viviente. Oremos por ellos, principalmente por nuestros hermanos en la fe, ya que el lunes, muchos regresan a sus clases presenciales.
Ánimo y salud para nuestros ancianos.
Nunca olvidemos de orar por los hermanos ancianos; ellos constituyen uno de los grupos a los que más les afecta la Pandemia, tanto por la agresividad de la enfermedad en sí, como por la especial aislación a la que son sometidos por precaución. Pidamos que sean protegidos de las enfermedades, así como de la indolencia que aumenta en nuestros tristes días.
Por una correcta oración de intercesión.
Hemos considerado en varias ocasiones que sanar del coronavirus, en realidad de cualquier enfermedad, es importante; pero, ser salvos de la condenación eterna, es infinitamente más importante. Cada vez que oremos por un enfermo, oremos primeramente por la sanidad de su alma. Les invito a pedir que la dura experiencia por la que puedan pasar (o estén pasando), parientes, amigos o conocidos, abra sus corazones hacia el Señor, reconociéndose como pecadores que necesitan, antes que nada, ser salvados de la condenación eterna.
Por la gran familia de los redimidos.
Consecuentes con nuestro plan de oración por las iglesias hermanas que se encuentran más allá de nuestras fronteras, hoy les invito a orar por los redimidos que viven en Inglaterra; país que ha sido cuna de grandes hombres de fe como: John Wycliffe, Thomas Cranmer y William Tyndale. Oremos para que el Señor produzca o avive el celo y la fe en la actual generación.
Amparo para nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo.
En esta oportunidad intercedamos por nuestros hermanos perseguidos en Libia. Estamos considerando un país donde no hay libertad ni de expresión ni de religión y donde los cristianos son perseguidos en todo el territorio. Entre los cristianos presentes en el país, se calcula que los que son, propiamente tal, libios, no llegan a los 200. Cuán importante es orar por todos nuestros hermanos que viven en ese lejano país.
Otras peticiones:
Peticiones en las cuales insistir:
Por nuestra futura Constitución.
Luego de la decisión popular de eliminar la Constitución que preserva nuestros valores fundamentales, todo el sistema legislativo está en juego. Sabemos que la razón presentada para escribir una nueva Carta Magna es rehacer nuestro “estado de derecho”, excluyendo a Dios y su voluntad de él. La situación es muy delicada, pues, como lo hemos considerado antes, estamos caminando por el borde de un abismo. Hermano, esto es más delicado que el tema del coronavirus, por lo que debemos orar para que el mal sea retardado, que día a día prevalezca la cordura y el respeto por los valores eternos; y así la Iglesia pueda seguir realizando su tarea.
Otras peticiones en las cuales insistir:
“Clama a mí, y yo te responderé,
y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”
Jeremías 33:3