JUEVES DE ORACIÓN
La familia bajo ataque: Parte II
Muy estimados hermanos en Cristo Jesús:
Es mi deseo encontrarles con la vista puesta en “los cielos” (Fil. 3:20; Col. 3:1; 1ª Ts.1:10), esperando el regreso de nuestro Señor, lo cual no significa que seamos siervos pasivos, todo lo contrario, muy activos, sabiendo que el Señor viene y que cada día, debemos esforzarnos más por iluminar a un mundo que rechaza la luz, mundo controlado por las huestes del Adversario, las cuales no saben de descanso.
Hoy, quiero invitarles a continuar con el tema comenzado el jueves pasado, que tiene por objeto considerar el difícil momento por el que pasan las familias, incluyendo las familias cristianas.
Les saluda pidiendo que vuestra reunión de oración sea muy bendecida.
Sergio Oschilewski M.
Pastor IBLC
Reunión de Oración
Oración
Cánticos a elección
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(Alabanzas 🠚 Himnos/Cánticos)
Lectura de la Biblia
Miqueas 7:1-7
Reflexión: La familia bajo ataque
Parte II:
“y los enemigos del hombre serán los de su casa.” Mat. 10:36
Síntesis de la primera parte:
El jueves pasado considerábamos las grandes presiones a las que se encuentra sometida la familia en el día de hoy, lo que trae consigo: divisiones, odiosidades y dolores. Veíamos también, que se reconocen cuatro elementos que hacen de estas tensiones algo muy propio de nuestro período en la historia: la cantidad y frecuencia de casos; la indiferencia progresiva de la sociedad; la actitud especialmente desafiante de las personas que salen de las normas, y la poderosa influencia externa de grupos que premeditadamente, y con mucha perseverancia, introducen la cizaña en los hogares.
Continuación:
Miqueas fue un profeta que vivió en tiempos muy parecidos a los nuestros, por cuanto el pueblo de Dios se alejó de aquel a quien debía honrar, glorificar y proclamar entre las naciones, quedando sólo un pequeño remanente fiel al Señor.
El resultado de distanciarse de Dios es el mismo ayer, hoy y mañana. No obstante, hay al menos dos factores que agregan culpa a nuestra generación: en primer lugar, el hombre, tanto el cristiano como el inconverso, ha conocido como nunca antes, a Dios, su Obra y sus bendiciones. El ser humano ha tenido, ya muchas veces, la confirmación práctica de los beneficios que trae al individuo y a la sociedad, el acercarse a su Creador, y también, ha comprobado cuanto daño produce el alejarse de Él. El otro factor de culpa agregada, es la apostasía creciente de aquellas naciones, iglesias e instituciones que una vez fueron faros de Cristo.
En el libro de Miqueas leemos: “No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.” (Miqueas 7:5, 6); con lo cual nos hace ver lo mal que estaba la sociedad que había sido separada para honrar y glorificar al Señor, particularmente, lo muy dañadas que se encontraban las familias. Nos describe un panorama que mucho se parece al actual, en el cual todo vínculo noble es dudoso, al punto que nadie es digno de confianza y ninguna relación es sagrada, confiable y menos, permanente; obviamente, debemos considerar excepciones.
Hace algún tiempo, podríamos haber pensado que Miqueas estaba relatando lo que nosotros también veíamos (y seguimos viendo) en sociedades: comunistas, musulmanas, hinduistas y otras, donde una persona no puede confiar en su cónyuge, en sus hijos o pariente alguno, pues todos son potenciales informantes del sistema coercitivo; pero no, pues el profeta describe lo que ocurre en una sociedad que se supone es libre, pero que voluntariamente ha ido cediendo su libertad de: conciencia, pensamiento, expresión y aún física, debido a la insistente porfía de alejarse del único que puede dar auténtica libertad: Dios.
Con relación a lo que vemos en el mundo de Miqueas, es sencillo comprobar que las sociedades más prósperas de nuestro siglo tampoco son felices. Notamos que, en muchas de ellas, también se ha experimentado el fenómeno de la apostasía o alejamiento del Señor, lo cual explica el hecho. Muchas de estas sociedades han recibido la bendición de haber tenido abuelos y padres cristianos, por los cuales sus países y sus industrias son prósperas; pero, las nuevas generaciones se han olvidado de Dios; el resultado es: una prosperidad fría, juventud que busca experiencias especiales en las drogas, las que terminan acabando con ellos; una alta tasa de suicidios; muchos hijos fuera del matrimonio; promiscuidad; infidelidad; narcisismo; desamor hacia los padres, hijos, amigos, etc.; en general, tristeza y separación. Pero, mejor doy paso a las inspiradas palabras del apóstol Pablo, quien describe con vívidos detalles a este tipo de personas:
“Porque habrá hombres amadores de sí mismo, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” 2ª Timoteo 3:2-4.
Definitivamente, la regla es: a mayor distancia de Dios, mayor vacío y necesidad se sentirá; un vacío que la persona notará que no es simple, pues se trata de un vacío existencial. Ahora bien, como el ser humano no puede vivir con ese “vacío”, intenta llenarlo, pero, suele ocurrir que no volviéndose a Dios, sino con diferentes tipos de lastres que agrandarán más y más su necesidad. Luego, al seguir sintiéndose insatisfecho, termina por enfadarse, con una odiosidad que puede transformarse en violencia y que le deja muy vulnerable a líderes que son especialistas en manipular mentes y corazones de personas como él.
Por último, no olvidemos algo de extrema importancia, y es que un corazón no rendido a Dios, se encuentra a disposición del príncipe de la mentira: Satanás.
En resumen: una persona, en la medida que se aleja de Dios, y con mayor razón si alguna vez ha conocido de Dios y su amor, será cada vez más accesible a Satanás y a sus huestes, sean espirituales o de carne y sangre; al mismo tiempo estará cada vez más vacía e insatisfecha, llenándose de peso muerto. Como resultado tenemos a un ser humano: sin afecto natural, amador de sí mismo, que tendrá tendencias a detestar el orden establecido en función de las normas bíblicas, sea en: la familia, el colegio, la universidad, el trabajo, el sistema legal, etc.; no obstante, tendrá: “apariencia de piedad”.
Siendo el individuo parte de una familia con la cual tiene establecidas sus relaciones más directas y fuertes (o debería tenerlas), es precisamente ahí donde produce el mayor daño y dolor cuando está mal, llegando a transformarse en enemigo de aquellos que están más cercanos: “los enemigos del hombre son los de su casa.” Resulta también evidente que, mientras más miembros de una familia se encuentran alejados de Dios, la situación será más compleja y oscura.
Sergio O.M
Continúa el próximo jueves.
Oración
A continuación, le invito a pasar unos momentos en oración.
Adoración, Alabanza y Gratitud:
Gratitud al Señor por haberse ofrecido como nuestro sustituto.
El apóstol Pedro, refiriéndose al Señor Jesucristo, explica:
“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero” (1ª P.2:24a).
Este pasaje nos habla de lo que se conoce como: doctrina de la “sustitución”, es decir, de cómo Cristo pagó por nosotros, nuestra culpa y condena debido a nuestros pecados. Este es un gran motivo para estarle eternamente agradecido.
Agradezcamos por la libertad para vivir y proclamar nuestra fe.
Cuán difícil es para muchos cristianos vivir y proclamar la fe verdadera, lo vemos en forma especialmente clara en los países donde el cristianismo es perseguido en forma directa y cruel; donde recibir a Cristo como salvador, puede significar, tortura, muerte y terribles vejaciones para la familia. En muchos lugares esto es así de directo, y en muchos otros, la persecución es más sutil y solapada.
En la medida que vamos conociendo lo antes dicho, nos vamos dando cuenta de cuán grande es nuestro privilegio de poder vivir y proclamar nuestra fe, sin impedimento en Chile. Demos muchas gracias y no desperdiciemos este enorme privilegio que aún tenemos.
Otros motivos de adoración, alabanza y gratitud:
Peticiones:
Por los matrimonios de la Iglesia y de Chile.
Oremos por esa institución divinamente creada llamada: matrimonio. Jamás olvidemos que un matrimonio está estructurado de acuerdo a normas claramente establecidas por Dios. No olvidemos ni trancemos los principios que lo sustentan: Su creador es Dios y estableció las condiciones, roles y objetivos que cada uno de sus integrantes debe cumplir; su núcleo está constituido por un hombre y una mujer unidos ante Dios y la ley de por vida.
Por el trabajo y decisiones de la Mesa Directiva.
Pedimos a la Congregación su apoyo en oración, para que todo el trabajo de la “Mesa Directiva”, incluyendo las decisiones que se tomen, sean totalmente dirigidas por nuestra Cabeza, el Señor Jesucristo. En esta oportunidad pedimos especial dirección para tomar decisiones sabias sobre el Programa Misionero de la Iglesia y la distribución de los fondos comprometidos mediante el “Compromiso Económico Pro Misiones”.
Por salud.
Sigamos orando por la manifestación del Señor en la salud de los pastores: Petronio Rosales y José Mallén. Mantengamos también nuestras oraciones por sus esposas, las hermanas: María Félix y Yoli.
Oremos por aquellos hermanos que nos han visitado y sus ministerios.
En esta ocasión les invito a orar por los siguientes hermanos, que alguna vez han estado con nosotros, así como por sus respectivos ministerios:
-El Hno. Cornelio Rivera.
-El Hno. Santiago Escuain.
-El Hno. Evis Carballosa.
-El Hno. Andrés Carrasco.
Amparo para nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo.
En esta oportunidad intercedamos por nuestros hermanos perseguidos en Irak. Este es otro país donde la persecución es altísima producto del islamismo. En un documento editado por una organización especializada, leemos: “Los extremistas islámicos siguen activos en Irak, atacando y secuestrando a los cristianos. El gobierno también discrimina a los cristianos en varios contextos, desde el lugar de trabajo hasta los puntos de control. Las leyes de blasfemia también pueden ser usadas contra aquellos que tratan de difundir el evangelio.”.
Otras peticiones:
Peticiones en las cuales insistir:
Nuestro País.
Perseveremos en oración por nuestra Nación, pues, hay una serie de situaciones muy complejas y delicadas que se ciernen sobre él:
▪ La pandemia que sigue arremetiendo.
▪ La delincuencia que no mengua.
▪ El terrorismo que se endurece en la Novena Región.
▪ La creación de una constitución en la que se evidencia que los “liberales” tienen el control.
▪ Los proyectos de ley que desafían directamente a la voluntad de Dios, como la ley que concierne a lo que han llamado: “matrimonio igualitario” que no es otra cosa que el “matrimonio” entre homosexuales. ¡Ay! Por nuestro país y su gente, si esto se aprueba.
Pidamos por sensatez y luz para aquellos que encabezan la Nación y deben tomar decisiones y acciones.
Otras peticiones en las cuales insistir:
“Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones;
porque la venida del Señor se acerca.”
Santiago. 5:8