Queridos Hermanos, les saludo en la esperanza de encontrarles listos para orar: 

 Cuando una familia es dañada, resulta importante que evalúe el perjuicio recibido y conozca las razones por las que se ha producido ese mal. Estos principios también son válidos en mecánica, en medicina, en la evaluación de un edificio zarandeado por un terremoto y en muchos otros campos. Pero, no tendrían sentido si no se considera otro elemento muy importante, el cual es: la estrategia que se usará para enfrentar y procurar solucionar el problema.  

 En el día de hoy, nos detendremos en algunas acciones concretas que una familia puede tomar, para hacer frente al ataque y al daño que está recibiendo. 

 El Señor les otorgue una bendecida reunión de oración y luego, un reparador descanso. 

 Sergio Oschilewski M. 
Pastor IBLC 

Reunión de Oración  

Oración 

Cánticos a elección 

www.iglesiabiblicalascondes.cl 

(Alabanzas 🠚 Himnos/Cánticos) 

Lectura de la Biblia 

Salmo 127 

Reflexión: La familia bajo ataque 

Parte VI: Es hora de hacer algo 

Síntesis de lo visto: 

 En la quinta parte de nuestro tema vimos cómo poderes del estado, originalmente, tan nobles y dignos de honor y respeto, como son el poder legislativo y el poder judicial, también se encuentran aportando lo suyo para la desintegración de la familia y con ello, de todo el orden social. 

Continuación: 

 Hemos estado analizando la crisis familiar que sufrimos en el presente, y hemos visto que es algo complejo en lo que hay una red maquiavélica, tramando y dañando, con el fin de hacer desaparecer la familia, como fue instituida por Dios. 

 En esta parte, quiero invitarle a reflexionar sobre cómo reaccionar, procurando encontrar soluciones. 

 Aunque en una familia contamos con muchas variables, como ser: edad de los hijos, condición espiritual de los padres, herencia cultural, relaciones con la familia ampliada, temperamentos y particularidades del carácter, hay algunas prácticas de aplicación universal: 

 ⬥ Primero: Buscar, en forma personal, el rostro del Señor en oración y, de ser necesario, ayunar, estando dispuestos a experimentar los cambios que el Señor mostrará. De esta manera, permitiremos al Señor responder y aún otorgar, si fuere pertinente, las peticiones; conjuntamente, el testimonio en la familia mejorará. 

 Un ejemplo de oración que podrían elevar las cabezas de familia, que han visto sus hogares dañados,  podría ser: 

 “Señor, veo la condición de mi casa y me doy cuenta del daño que hemos recibido, yo no tengo ni fuerzas, ni la sabiduría para remediar esta situación que tiene roto mi corazón y el de mi familia. Te ruego que me ayudes, trabajando en los corazones de cada uno de aquellos sobre los que me has puesto por autoridad. 

 Como cabeza y mayordomo de esta familia, te pido perdón por mis descuidos y con ello te pido perdón por todos mis pecados.  

 Te ruego que, te manifiestes en el corazón de cada miembro de esta familia y nos lleves a humillarnos ante ti, buscando tu voluntad para nuestras vidas. 

 Señor, estoy consciente del ataque continuo que recibimos, tanto del mundo demoníaco como de sus siervos humanos, que se encuentran por doquier. Te ruego, que quites el dominio que ellos tienen de mi vida, de la vida de mi cónyuge y de la vida de mis hijos. 

 Señor, ayúdame a ser perseverante en el camino de la vida y la búsqueda de tu sabiduría; dame palabras y motiva mis acciones, pues quiero agradarte a ti, en primer lugar, y ser un buen ejemplo para mi familia. 

 En el nombre del Señor Jesús. Amén.” 

 Luego de un tiempo de oración y meditación en la Palabra del Señor, en el cual se ha experimentado un auténtico crecimiento personal; tiempo que dependerá de cada caso, viene una segunda etapa: 

 ⬥ Segundo: invitar a otro miembro de la familia a hacer lo mismo. Resulta obvio que el primer invitado debiera será el cónyuge. Luego de un tiempo, invitar a otro. 

 Cuando el cónyuge no esté dispuesto a acompañar en oración, entonces se debe continuar, invitando a alguno de los hijos. 

Aclaración: Aun cuando es deseable que sea la cabeza de la familia, es decir el esposo, o bien, la madre, cuando el padre haya fallecido o se encuentre alejado de la familia, quien comience el proceso, también puede ser otro miembro de la familia. Por ejemplo: al ver el estado de su hogar, y que no hay reacción por parte de sus padres, puede que un hijo sienta el peso de llevar a su familia ante Dios, para que sea trabajada y así comience él, la labor de orar e interceder.

 ⬥ Tercero: Tener conversaciones con los miembros de la familia para: 

 – Dar un testimonio de lo que está sucediendo. Si fuere necesario, se debe pedir perdón por el abandono de la autoridad recibida del Señor y dejar muy claro que, desde ese momento, ese hogar es del Señor y que se guiarán por sus normas

 – Establecer que la decisión tomada implicará algunos cambios. Esos cambios dependerán de la situación que vive cada hogar. Los cambios serán, primeramente, de fondo, pero también de forma y práctica. 

 Algunos ejemplos, entre cientos de posibles normas y cambios, que pueden ser necesarios, son: 

• Todos los que están bajo el mismo techo, están bajo la sujeción del jefe del hogar, quien se entiende está, a su vez, bajo la sujeción del Señor. 

 • El Señor será honrado en el hogar, por lo que se sacará todo lo que sea inmundo. 

• Se orará antes de comer. 

 • Se purificará el vocabulario, evitándose toda palabra hiriente, ofensiva o grosera. 

• Si hay una disputa entre dos miembros de la familia, se resolverá de una manera cristiana. Si no lograran subsanar sus diferencias, se le pedirá a uno de los padres que intervenga como moderador, o bien, como juez. 

 • Saludar cada vez que se llegue a la casa y despedirse cada vez que se salga. 

• Se cortarán las relaciones dañinas, aunque sean de parientes cercanos, y esto provoque gran escándalo. 

 • Si alguno de los hijos deshonrara a su familia propagando alguna filosofía pagana o realizando prácticas antibíblicas, a pesar de haber sido amonestado más de una vez, deberá de salir de la casa hasta que, arrepentido, regrese, pidiendo perdón a su padre y a su familia. 

• Etc. 

«Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará; 
Y con ciencia se llenarán las cámaras De todo bien preciado y agradable» 
Prov.24:3,4 

 Sergio O.M .

Continúa el próximo jueves.

Oración 

 A continuación, le invito a pasar unos momentos en oración. 

Adoración, Alabanza y Gratitud:  

Gratitud por todo lo recibido. 

“Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”  1ª Tes. 5:18. 

Los hijos del Señor nos gozaríamos mucho más aún, si fuéramos más agradecidos. En la gratitud hay reconocimiento de la gracia del Señor; hay obediencia; hay alabanza y reconocimiento de su gloria. En la gratitud hay multitud de bendiciones. 

Agradezcamos al Señor por la lluvia otorgada. 

 Hemos pedido por lluvia, y la Gracia de nuestro Señor la ha otorgado. Demos gracias a Dios por concedernos el agua que sólo él puede proveer. 

Otros motivos de adoración, alabanza y gratitud: 

Peticiones:  

Paz y Consuelo para la familia Mallén-Lizardo, así como para todos los miembros de la Iglesia “Convertidos a Cristo” 

 Como sabemos, partió a la presencia del Señor, el pastor José Mallén, quien sirviera por más de 40 años en la Iglesia “Convertidos a Cristo” en Santo Domingo, República Dominicana. Pidamos a nuestro Señor que otorgue su inigualable paz y consuelo a toda la familia Mallén-Lizardo, así como a toda la Congregación a la cual sirvió. 

Por la Reunión Devocional en familia. 

 Oremos para que la práctica del “devocional familiar” sea prosperada en aquellos hogares donde se practica y sea puesta en marcha en aquellos donde aún se pospone. Insisto en esta práctica, pues el beneficio que trae a la familia es muy grande. 

Las elecciones presidenciales y parlamentarias. 

 El domingo considerábamos que en poco tiempo tendremos elecciones primarias presidenciales y parlamentarias. Si todavía no has orado por este evento, es hora de comenzar a hacerlo. 

Por un pueblo dañado. 

Por más de 15 meses hemos experimentado: una pandemia que muta y no quiere irse; varios períodos de cuarentena con confinamiento; una crisis laboral y económica. Asociada a lo anterior; una inédita crisis social coligada al mundo delictual y anárquico, la cual persiste, manifestándose de muchas maneras. Conjuntamente, a lo considerado, se ha ido desarrollando un trabajo diabólico con la información, al punto de que dudamos de todo  lo que se dice por los medios informativos. La suma de lo anterior ha producido un daño profundo en el alma de la ciudadanía, el cual se manifiesta en: angustia, desesperanza, franca “depresión mayor”, “crisis de pánico”, ira, soberbia y diversas formas de agresión.  

 Oremos por nuestro pueblo que está muy enfermo, para que, con un corazón contrito y humillado, eleve sus ojos al cielo, clamando al único que puede otorgar: consuelo, paz y soluciones al problema del ser humano. 

Amparo para nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo. 

Las Maldivas es un país ubicado al sur de Asia, el cual está conformado por casi 1200 islas que se encuentran bajo un estricto régimen islámico. Sus líderes políticos aseguran “que mantienen a las Maldivas 100%  musulmanas”. Intercedamos por aquellos que, desafiando la ira del enemigo, han entregado sus vidas a Cristo, sin importar el costo. 

Otras peticiones:

 

Peticiones en las cuales insistir:  

Nuestro País. 

 Como decíamos en el Boletín anterior, nuestra nación es semejante a un tren que atraviesa por praderas en las que se ha desatado una fuerte tormenta. Oremos pues, por temas como:  

 ▪ El control de aquellos corazones que tienen la misión de confeccionar la nueva Constitución. Es muy fácil darse cuenta de que el país, y particularmente las iglesias cristocéntricas, estamos en la mira del implacable y sagaz adversario. 

 ▪ El retorno a las actividades presenciales y la reprogramación del quehacer diario: trabajo, escuelas, institutos, trámites de salud, etc. 

 ▪ La constante arremetida de la delincuencia. 

 ▪ Un cambio en la manera de operar del poder judicial con tal de que los delincuentes vuelvan a ser quienes teman por sus malas acciones, y no la población honrada y trabajadora. 

 Pidamos por sensatez y luz para aquellos que encabezan la Nación y deben tomar decisiones y acciones.

Otras peticiones en las cuales insistir

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.”  Salmo 139:23, 24