La religión del yo y la religión del Tú

Día de la Reforma

Martín Lutero y la música

Martín Lutero ha sido una de las figuras más sobresalientes en la historia universal y, en particular, de la iglesia cristiana, no solo por su lucha en múltiples frentes, sus valiosos escritos, su fe y su valor, sino también por su tremendo aporte e influencia en la música cristiana. Antes de su contribución, en lo musical, el canto cristiano era muy limitado y escaso. Sobresalía el canto gregoriano, el cual era cantado por monjes y en latín, idioma que no era entendido por la gran mayoría del pueblo.

Martín Lutero, en su calidad de pastor y connotado músico, insistió en que se debía cantar en el idioma en el que todos hablaban y que todo el pueblo cristiano debía participar del canto sagrado. Además, motivaba a que el cántico fuese hermoso y posible de ser entonado, no solo en la iglesia, sino que también en la casa y en toda labor del diario vivir. Esto también molestó mucho a sus adversarios, pero el canto sagrado finalmente fue liberado de los claustros y monasterios y dado a todos los cristianos.

Entre los treinta y siete himnos que Martín Lutero escribió, «Castillo fuerte es nuestro Dios» (Ein Feste Burg) ha sido el más emblemático y conocido. Lutero escribió este himno entre los años 1527 y 1529 y lo basó en la figura de Dios como «amparo y fortaleza» tal como le vemos en el Salmo 46. Esta vigorosa proclamación de confianza en el Señor hizo que este cántico fuese un favorito de los creyentes en tiempos de lucha y de peligro.

Podemos decir que la Reforma Protestante del siglo XVI, no solo liberó el gran mensaje de la «Justificación por la Fe» junto con La Biblia, sino que también el canto sagrado.

Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes

A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.



Pasaje bíblico

Salmo 51.

Introducción

Si colocamos en una lista a todos los sistemas religiosos que existen y han existido, podemos concluir que, en la práctica, sólo hay dos religiones o dos sistemas religiosos en los cuales el hombre deposita su confianza; estos son: la religión de «mis obras» y la religión de «Tu Obra, Señor»; lo que también podemos resumir hablando de: la religión del yo y la religión del Tú.

Esto lo podemos pesquisar desde aquella vez en que Caín y Abel trajeron sus ofrendas ante Dios (Génesis 4:1-5). Caín, presenta el fruto de su sudor, de su trabajo, de su sacrificio; presenta lo que él había plantado, cultivado, cuidado, cosechado y preparado. Caín, al presentar su ofrenda a Dios, le está diciendo: «Acéptame, pues aquí está: mi trabajo, mi cultivo, mi cosecha, mis obras».

Por su parte, Abel presenta, para comenzar, lo que Dios esperaba: la ofrenda de lo mejor de sus ovejas, animal primogénito, al cual él sólo se había limitado a pastorear; una ofrenda símbolo del futuro Cordero de Dios que sería sacrificado por nosotros para darnos vida eterna. Las Escrituras nos dicen que esta ofrenda fue mirada con agrado por parte de Dios, no así la de Caín.

Luego, podemos decir que la idea central del gran movimiento conocido como: «La Reforma Protestante del siglo XVI» se puede presentar como: la Biblia condenando a la religión del yo, o el camino de Caín, y dando como única alternativa válida, la religión del Tú: «Tu Obra, Señor».

Durante la «Reforma» reconocemos a la Biblia desplazando a la religión del yo, sistema basado en «mis méritos y obras»; y proclamando a toda voz, la religión del Tú, la que se basa sólo en los méritos de nuestro Señor Jesucristo de la que nos beneficiamos exclusivamente: por un sencillo acto de fe.

Le invito a considerar los siguientes enfoques.

  1. Mis obras.
  2. Tu obra.
  3. Nuestra obra.

Conclusión

Meditar en el movimiento de la Reforma, trae consigo, al menos, tres beneficios: nos recuerda de dónde venimos, por lo que nos ayuda a reconsiderar nuestro presente y corregir nuestra proyección. Luego, nos motiva a agradecer a Dios por las grandes bendiciones que trajo consigo este gran movimiento, incluyendo la libertad que hoy tenemos. Por último, nos hace refrescar y proclamar el mensaje central que rescató y promovió:

Mas el justo por la fe vivirá.

Romanos 1:17b

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

31 de octubre de 2021

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