Buscando el rostro de Dios

Pasaje bíblico: Salmo 119:129-136

Introducción
Es quizás el libro de los salmos el más leído o querido por los creyentes, tiene infinidad de temas, es un catalogo completo de vivencias, hay una rica poesía en ellos y es un alimento demasiado completo para dejarlo de lado.

En especifico, el Salmo 119 nos habla de la palabra de Dios, si alguien quiere saber qué es la palabra de Dios tiene que empezar por leer este salmo.

Este salmo tiene 176 versículos divididos en 22 secciones, todas de ocho versículos cada uno, cada sección corresponde a una letra del alfabeto hebreo y cada versículo de la sección comienza con la misma letra, casi no hay versículo que no hable de la Palabra de Dios. Son tres o cuatro los que no la mencionan pero se ocupan diferentes sinónimos para referirse a ella.

La Palabra se nombra como: la ley, testimonios, los caminos, los preceptos, los estatutos, los mandamientos, los justos juicios, los dichos de Dios. Nos habla de aquello que hace esta Palabra o las funciones de ella, que son: limpiar, vivificar, sustentar, confirmar, defender, consolar, instruir, iluminar, dar seguridad, sostener, traer paz y liberar.

Es difícil elegir una porción para predicar de este Salmo, es un gran problema, pero ese problema lo resolvió el Señor y el puso en mi corazón la porción comprendida entre los versos 129 al 136.

Esta porción es muy interesante porque vemos al escritor pidiendo fuerzas para guardar la Palabra y vemos en él un corazón dispuesto para ello, un corazón dispuesto a guardar la Palabra.

Entendemos por un corazón dispuesto a un corazón que está preparado:

I- PARA MARAVILLARSE (con la palabra)
II- PARA RECONOCER SU LUZ
III- PARA DESEARLA
IV- PARA GUIARSE POR ELLA (dirección)
V- PARA BUSCAR A DIOS EN ELLA
VI- PARA SUFRIR POR ELLA

Conclusión
En Mateo 7:7-8 el Señor nos dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

Hay una triple promesa ahí, pero tendría que hacerme varias preguntas: ¿Cuándo fue la última vez que pedí? ¿Tengo interés en buscar? ¿Estoy dispuesto para llamar?

El señor nunca dará vuelta su rostro a una persona que quiera encontrarlo, y proveerá lo suficiente para amar, entender y obedecer su palabra.

Con seguridad encontrara el rostro de Dios en su Biblia, la maravillosa Palabra de Dios.

Predicador

Rodrigo Cartagena Armijo

Fecha

29 de septiembre de 2013

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