Cita Bíblica: 1ª Pedro 4:12-19
Introducción.
El Apóstol les dice ahora, a los receptores de la carta: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,” (4:12). Nos reencontramos con un tema que Pedro ya ha tratado antes, a saber, los elementos para enfrentar, cristianamente, la persecución. ¿Por qué se vuelven a presentar ideas en las que ya hemos meditado antes?
Lo más probable es que la situación que vivían los hermanos era tan inesperada e incomprensible para algunos (o muchos), que se hacía necesario reforzar algunas ideas, incluso ampliándolas.
La prueba de fuego, aquella que va más allá de alguna abstención o negación; la prueba que puede implicar dar la vida como mártir por la causa de Cristo, es algo que puede confundir, y aun resultar aterrador para el cristiano. Por ello, Pedro continúa exhortando y afirmando a la grey, respecto a esto.
¿Qué tanto resiste nuestra santidad ante la prueba?
Pedro, una vez más alude al ejemplo perfecto, al triunfador de todas las pruebas, alude a Cristo.
I. LOS PADECIMIENTOS DE CRISTO (1ª Pedro 4:13)
A) Padecimientos de Cristo por su perfecta conducta y justicia.
B) Padecimientos de Cristo como víctima propiciatoria.
C) Nuestros padecimientos por causa de la justicia.
1. Padecimientos morales.
2. Padecimientos como parte del Cuerpo de Cristo.
3. Padecimientos debido a castigos físicos.
II. LOS PADECIMIENTOS DE CRISTO COMO MOTIVO DE GOZO (1ª Pedro 4:13, 14)
III. LOS PADECIMIENTOS QUE NO CORRESPONDEN (1ª Pedro 4:15, 16)
IV. PADECIMIENTOS PARA VIDA Y PADECIMIENTOS PARA MUERTE (1ª Pedro 4:17-19)
Conclusión.
Amados hermanos, no nos sorprendamos cuando la persecución se manifieste ante nosotros. En realidad, la persecución es un hecho cotidiano, el cristiano es contrariado, es ridiculizado, es difamado, y cada día, esto se acentúa más.
Desde el principio de la Carta, Pedro insta a los cristianos a poner su mirada en Cristo y sus logros ganados a favor nuestro; logros que serán disfrutados en plenitud en un futuro y por siempre. Hay un fuerte llamado a mantenerse firme y no claudicar; un llamado a enfrentar con serenidad, pureza, convicción y fe, las pruebas; un llamado a enfrentar la adversidad con gozo, haciendo el bien hasta el fin.
“para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,” — 1ª Pedro 1:7