La paz que solo Dios puede ofrecer

Un príncipe pacificador

Cita Bíblica: Isaías 9:6 | Lucas 1:78, 79 | Juan 1:14-17

Introducción.

Cuando Jesús nació, huestes celestiales decían: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Lucas 2:14)

El himno más representativo de la Navidad, es conocido como: “Noche de Paz,” pues cada una de sus estrofas comienza diciendo: “¡Noche de paz, noche de amor!”, y de la misma manera, otros himnos y frases alusivas a Navidad se asocian a la idea de paz.

¿Todo esto es solo porque la palabra “paz” se oye bien, armoniza con la poesía, y nos produce una sensación de agrado, o es que hay una idea mucho más profunda tras esta palabra de solo tres letras?

En realidad, la Biblia nos da muchas razones para asociar el nacimiento del Señor con la idea de “paz”.

Con más de seiscientos años de anticipación al nacimiento en Belén, el Señor Jesús ya fue llamado por uno de los más grandes profetas del Antiguo Testamento: “…Príncipe de Paz.” Isaías 9:6

¿Por qué este título tan especial? Les invito a escudriñar las Escrituras para continuar indagando sobre la paz asociada a la visita celestial.

I. LA FALTA DE PAZ
II. DÓNDE ENCONTRAR LA PAZ
III. EL PRÍNCIPE DE PAZ CON NOSOTROS
IV. EL PRÍNCIPE OBTIENE LA PAZ QUE NECESITAMOS
V- LA PAZ OFRECIDA

Conclusión.

Todos conocemos la tan buscada “paz natural”, pero solo aquellos que han recibido al Príncipe de Paz en sus corazones, conocen la paz sobrenatural, aquella paz que está basada en la reconciliación obtenida por Cristo con el Padre Celestial.

¿Posees tú esta paz, la paz ganada por Cristo?

¿Estás en paz con Dios? ¿Mora y gobierna tu corazón, el Príncipe de Paz?

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;” —Romanos 5:1

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

11 de diciembre de 2016

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