Amados hermanos:
Continuando con nuestras micro reflexiones sobre Cristo y su relación con la cruz del Calvario, hoy les invito a considerar el significado de la «justificación».
¡Cuán importante y maravilloso es lo que el apóstol Pablo afirma en Romanos 3: 28: «Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.» (Romanos 3: 28). Dios nos salva por una justicia alcanzada por el Señor Jesús a favor del ser humano, de la cual nos apropiamos por medio de un acto de fe verdadera y personal, no por obras, aunque sean muy buenas.
Es maravilloso que, por un acto de fe en Jesús y su Obra, se nos declare libres de nuestra deuda eterna; es más, que esa deuda horrible e impagable sea considerada cancelada, pues Cristo la pagó por mí en la Cruz; ese es el significado del término: «Justificado».
«Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;»
— Romanos 5: 1
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Isaías 30: 1-7.
Introducción
Aun cuando en el Antiguo Testamento encontramos a muchos pueblos que se relacionaron con Israel, tanto para oprimirlo como para apoyarlo en determinados momentos, hay uno que destaca, tanto por su permanencia en el tiempo, como por su múltiple y compleja relación con Israel. Se destaca, además, por su significado metafórico, me refiero a Egipto.
En el día de hoy, les quiero invitar a considerar la vigencia simbólica que este pueblo sigue teniendo para el cristiano.
Egipto es una nación y, también, un símbolo de fuerzas ajenas a nosotros que interfieren con nuestras vidas. Es un pueblo adversario de Dios y de su santidad, y se encuentra a muy corta distancia de nosotros.
- Relación entre Israel y Egipto.
- La fascinación de Egipto.
- Entre Dios y Egipto.
- Egipto en mi vida.
Conclusión
¿En quién confías cuando estás en dificultades: en abogados, médicos, bancos, amigos? ¿En quién confías cuando los políticos caen y tropiezan: en otros políticos, en las instituciones, en otras naciones?
No está mal hacer uso razonable de las instituciones y profesionales, como: abogados, médicos, bancos y otros, pero, ellos deben ser siempre considerados como una herramienta de Dios para tu servicio. Ellos pueden llegar a ser instrumentos que Dios use para tu bienestar, pero, no deben ser la primera opción o esperanza del corazón.
En primer lugar y sin dudarlo, expone tu problema ante Dios, busca su rostro, busca su respuesta y después espera. Él es tu libertador, tu redentor, tu perdonador y tu reposo.
Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.
Salmos 62: 5