Cita Bíblica: Nehemías 5:14-19
Introducción.
Al escudriñar el capítulo cinco del libro de Nehemías, nos encontramos con una porción cuyo tema es la administración justa y piadosa de los bienes que el Señor ha puesto en las manos de sus hijos.
La primera parte (vs. 1-13) constituyó una lección sobre la manera en que el pueblo del Señor debe actuar con sus hermanos, cuando estos padecen necesidad. En la segunda parte (vs. 14-19) veremos la forma en que debe administrar un “justo” que es ascendido por la autoridad, llegando a tener la posición de gobernante sobre el pueblo.
A estas alturas del Libro, pareciera que el tema de las pruebas ha pasado, sin embargo, a pesar de que puede sonar un tanto extraño, un ascenso importante en la vida, también constituye una prueba.
Cuando descendemos en el escalafón social o cuando nuestras entradas económicas disminuyen, la tendencia es aferrarse más al Señor, pero cuando ascendemos en el escalafón social, cuando nuestras entradas aumentan, cuando se nos dan nuevos derechos, poderes y privilegios, las tentaciones aumentan considerablemente.
El poder obtenido en corto tiempo, sin la adecuada subordinación a Dios, es un verdadero pasaje en el tren del pecado.
Pero, un auténtico varón de Dios, que ha sido puesto en el poder, sabe ejercer la nueva autoridad que le ha sido conferida, pues gobierna:
I. CON TEMOR AL SEÑOR
II. CON SABIDURÍA
III. CON JUSTICIA
IV. PARA LA GLORIA DE DIOS
Conclusión.
Nehemías gobernó sobre una región y el pueblo que la habitaba. Lo hizo con temor santo, aplicando la justicia y la sabiduría que provienen del Señor. Es posible que tú también tengas una posición de jefatura en tu oficina o en tu empresa; o bien, si tienes una familia, de hecho, estás ejerciendo una posición de gobierno dentro de ella. Por último, si ninguna de las dos situaciones anteriores, correspondieran a tu realidad, de todos modos estás tú y la vida que te ha sido concedida para que realices un buen gobierno con ella. Al respecto, es de extrema importancia hacerse las siguientes preguntas: ¿Con qué justicia ejerzo el, o los gobiernos, que me han sido dados? ¿Cómo aplico el temor santo cuando ejercito la autoridad que me ha sido conferida? ¿Es glorificado el Señor por medio de mi gestión?