Muy estimados hermanos:
El profeta Habacuc veía venir, sobre sí y su pueblo, incontables males, no obstante, su conocimiento y experiencia con Dios le hacen proclamar una oración de confianza impresionante (Habacuc 3: 17-19).
Demos gracias al Señor por cuanto podemos tener la misma, y aun superior confianza que el Profeta, a pesar de las circunstancias.
Lectura bíblica
Jueces 13: 6-14.
Introducción
Manoa, el padre de Sansón, reconoció que sin la dirección del Señor no podría criar a su hijo; él tuvo la humildad y la inteligencia para pedir al «ángel de Jehová», instrucciones para saber cómo formar a ese hijo que se le había prometido.
En el día de hoy, los padres cristianos que están comenzando a formar a sus hijos, cuando miran a su alrededor, ven un panorama muy complejo, el cual podríamos comparar con el que existía en tiempos de Manoa y su mujer. Es que, sin duda, estamos viviendo en una época en la cual se hace muy difícil criar a los hijos en el santo temor del Señor. Incluso, se puede ver lo que deben sufrir los profesores cristianos al recibir ciertas ordenanzas gubernamentales que atentan contra la voluntad de Dios. Veo a padres que deben luchar contra la corriente de este mundo, el que intenta poner su propio pensamiento y conductas en las mentes de los niños; los veo luchar cambiándolos de colegio, con dificultades con sus familiares que ya han adoptado costumbres liberales y degradantes, luchando incluso, en algunos casos, en sus iglesias con corrientes seculares.
Muchas veces a los padres de hoy se les dice que «hay una dura tarea por delante». Hoy no pretendo minimizar esa tarea, solo intentar descubrir las claves que permitieron a otros padres temerosos del Señor en el pasado, sobrepasar enormes dificultades y salir adelante con sus hijos.
En Las Escrituras, tenemos muchos ejemplos de niños que fueron formados en tiempos difíciles. Consideremos hoy los siguientes casos:
- Sansón: buena formación, pero malas decisiones personales (Jueces 13: 8, 12).
- Samuel: buena formación y buenas decisiones personales (1ª Samuel 1: 27-28).
- Jesús: buena formación y decisiones personales perfectas (Mateo 1: 24, 13-14, 19-21; Lucas 1: 38).
Conclusión
Al revisar los primeros años de vida de personas como: Sansón, Samuel e incluso el Señor Jesús, lo primero que descubrimos es que sus padres fueron temerosos del Señor. Todos ellos se prepararon y fueron obedientes desde antes del nacimiento de los hijos, buscando hacer la voluntad de Dios para con los niños. Luego de nacidos, ellos se preocuparon de dar la mejor formación a sus hijos, la cual se llevó a cabo en el santo temor del Señor.
Aunque se dieron circunstancias muy diferentes que hacen compleja la comparación entre los casos señalados, los puntos que hemos considerado: padres temerosos de Dios, que procuran desde antes del nacimiento el bienestar espiritual de sus hijos, para luego instruirlos y motivarles a conocer personalmente a Dios, son la base de hijos sometidos a Dios, realizados y, por lo tanto, verdaderos triunfadores.
En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
Proverbios 14: 26