Muy estimados hermanos en la Fe:
Les saludo con palabras que el apóstol Pablo les dirigiera a los hermanos de Éfeso:
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Efesios 6: 10
Es sublime el origen de la fortaleza del cristiano.
Notemos que no se trata de una sugerencia por parte del Apóstol; en realidad, Pablo no les deja opción, les está diciendo que lo hagan ¡ya!, por fe, sabiendo que el Señor y su poder se encuentran totalmente disponibles para todo hijo de Dios.
El Señor desea fortalecer a sus hijos en cada momento, solo se requiere de la disposición y de la total rendición del corazón y la voluntad.
El Señor les mantenga con salud y otorgue mucha paz.
Lectura bíblica
Juan 8: 31-36.
Introducción
El Señor afirma a quienes creen en Él:
si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Juan 8: 36
A primera vista se aprecia que se trata de una gran promesa la cual se encuentra subordinada a la libertad que solo el Hijo de Dios puede otorgar.
En esta oportunidad, quiero invitarles a profundizar en algunas de las implicancias de lo que es la verdadera libertad en Cristo. El Señor nos hace libres:
- La ira de Dios.
- Del poder del pecado y del viejo hombre.
- De opresiones mentales y de conciencia.
- Libertad de opresiones mentales.
- Libertad de una conciencia acusadora.
Conclusión
Concluyamos con una pregunta básica: ¿has entregado tu vida al Hijo de Dios para recibir la libertad que quiere darte? Si tu respuesta es «sí», entonces te ruego que te preguntes: ¿experimento la total libertad que Él ofrece? Si tu respuesta es: «más o menos» o «me falta algo», la última pregunta sería: ¿por qué? Te garantizo que el Señor se encuentra con la llave en la mano para liberar todo aquello que aún falta, solo espera tu decisión.
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Gálatas 5:1