Cita Bíblica: Hebreos 1:1-4
La búsqueda de vida inteligente, fuera de la tierra, ha llevado a invertir enormes sumas de dinero en la fabricación de complejísimos sistemas que abarcan enormes extensiones de terreno. Estos, rastrean el cielo, día y noche, buscando señales de radio que puedan provenir de vida inteligente. A la fecha, solo se han cosechado frustraciones.
El hombre está desesperado por oír alguna señal inteligente que provenga más allá de sus fronteras. Señales que provengan del cielo. Lo paradójico de esto, es que desde que el hombre está en la tierra, “el Cielo”, en forma persistente, ha estado enviando mensajes claros a todos los hombres.
Llegamos a descubrir que, el problema no radica en la calidad de los instrumentos técnicos para oír estas señales, el problema radica en la disposición del hombre para oír solo lo que él quiere oír.
La Biblia dice: «…De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,…» Hechos 28:26b, 27a
El ser humano está atento a las señales que puedan provenir desde el espacio, el quiere oír mensajes del exterior, pero no oirá nada más que lo que él quiera, pues, está demostrado, que “el Cielo” ha enviado infinidad de mensajes, los cuales han sido desechados en forma irracional y grosera.
La Epístola a los Hebreos nos enseña que, desde “el Cielo”, hemos recibido:
I. UN LLAMADO PERSISTENTE Heb.1:1
«…muchas veces y de muchas maneras…»
II. UN LLAMADO EXTREMO Heb.1:2
«en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,…»
III. UN LLAMADO IMPORTANTE Heb.1:3
«…habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados…»
IV. UN LLAMADO QUE PERSISTE HASTA HOY Hebreos 3:7, 8ª
“…Si oyereis hoy su voz,”
Conclusión: Ayer el cielo llamó por muchos medios: Estructuras, construcciones, un sistema sacerdotal, reyes, profetas, hasta llegar a enviar al Hijo de Dios. Hoy habla por medio de los redimidos, habla por medio de ti y la Palabra que está en tus manos.
A los amigos que hoy comparten con nosotros, les ruego que consideren lo siguiente:
– El llamado de Dios ha sido persistente, paciente y personal.
– El llamado de Dios no se limitó a nada, incluso fue sacrificial.
– Lo más importante de todo, Dios está hoy llamándote a ti.
¿Qué esperas para responder al llamado de Dios?