Estimados hermanos:
Pido a Dios que bendiga ricamente vuestro día del Señor, así como a toda la semana que le sigue, la última del año.
Resulta evidente que esta ha sido una Navidad diferente, en la que es fácil observar densas nubes en el horizonte del año que viene; creo que es pertinente recordar hoy las palabras de Moisés:
Esforzaos y cobrad ánimo;
Deuteronomio 31:6
no temáis, ni tengáis miedo de ellos,
porque Jehová tu Dios es el que va contigo;
no te dejará, ni te desamparará.
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.
Pasaje bíblico
Hebreos 2:9-18.
Introducción
En cada Navidad las personas del mundo se detienen, hacen una pausa y cada uno, en su manera humana, recuerda el nacimiento de Cristo. Incluso, quizás hay personas que reconocen el hecho de que Cristo era Dios en un grado u otro. Pero el punto no es el hecho histórico del nacimiento, el punto es por qué vino. Y hay tantas personas que parecen estar satisfechas simplemente con el momento del nacimiento, como si tuviera algún poder redentor el solo reconocer eso. Nunca se molestan en descubrir el por qué vino.
¿Por qué nació Jesús? ¿Para qué vino? Cuando las familias se reúnen en la noche de Navidad, generalmente no hablan de eso, sino que hablan de cosas mundanas. Algunos más conocedores dicen que Jesús vino para revelarnos a Dios para revelarnos el Evangelio, para anunciar el Reino de los Cielos, para revelar su amor, para traer paz, para sanar a los enfermos, etc. Pero hay una razón primera o principal y otras que se desprenden de esta, ese es el tema de este mensaje.
- El nacimiento.
- La razón primordial.
- Jesús vino para ser nuestro sustituto.
- Jesús vino para ser el autor de nuestra salvación.
- Jesús vino para santificarnos.
- Jesús vino para derrotar a Satanás.
- Jesús vino para ser nuestro sumo sacerdote.
Conclusión
Para ir concluyendo repasaré un par de ideas.
¿Por qué vino Jesucristo a este mundo? Él vino a ser nuestro sustituto, Él sufrió nuestra muerte. Él vino a ser el autor de nuestra salvación, el único camino para llegar a Dios Padre. Él vino a ser nuestro santificador. Él vino y derrotó a Satanás venciendo a la muerte. Él vino a ser nuestro sumo sacerdote compasivo.
Pero Él no pudo haber sido nada de lo antes visto si Él no hubiera muerto. Y de esta manera Él nació para entregar su vida, cumpliendo la voluntad de Dios Padre.
Querido amigo que presencias este mensaje, si tú aún no has recibido en tu corazón a Jesús, por favor ve y observa un pesebre de Navidad, esas figuras o imágenes que el mundo usa de adorno. Obsérvalo cuidadosamente. Verás una escena familiar de un padre, una madre y su hijo recién nacido en un establo. Concéntrate e imagina la escena real que eso representa: a José, María y a el hijo, Jesús, recién nacido. Si a ese niño le preguntaras ¿por qué viniste, pequeño bebé? Su respuesta sería: vine a entregar mi vida para que tus pecados fueran perdonados. Si tú me dejas entrar en tu vida, yo te libraré del yugo del pecado en que te encuentras, para que puedas tener comunión con Dios, mi Padre. Vine a morir por ti, porque si mueres en la condición de pecado en que te encuentras, serás condenado al castigo del infierno por la eternidad. Pero si me aceptas, creyendo en mí, vivirás conmigo y mi Padre en el cielo, por la eternidad.