Por encima de mis circunstancias

Cita Bíblica: Colosenses 3:18-25

Introducción: Puede resultar sorprendente, y un tanto amenazador, ver cómo pueden variar, en forma tan drástica, las circunstancias que rodean la vida de una persona. Lo estamos viendo todo el tiempo y resulta el motivo de muchas oraciones en nuestras reuniones. Un día ese ser humano se encuentra gozando de salud y al otro día es desahuciado por los médicos; un día es un próspero comerciante y al otro día es declarado en quiebra; un día es respetado y saludado por todos, y al otro día es difamado y se encuentra sin amigos. El cristiano no está exento de experimentar situaciones así, no obstante, tenemos de Dios una forma de caminar entre las circunstancias que nos permiten mantenernos constantemente sobre ellas, por adversas que éstas sean.
Les invito a considerar este tema por medio de la sobresaliente vida de José, hijo de Jacob, un joven que durante 13 años de su vida experimentó durísimos cambios e injusticias que bien podrían haber acabado con la razón de una persona normal.

I- LAS CIRCUNSTANCIAS IDEALES (Gén.37:2, 3)

II- LAS CIRCUNSTANCIAS SE TORNAN ADVERSAS (Gén.37:2-36; 39-41:1; 42:7, 8; 45:4, 5.)

III-POR SOBRE LAS CIRCUNSTANCIAS ADVERSAS (Gén.39:2, 3, 21)

Conclusión: ¿Qué han hecho las circunstancias adversas en tu propia vida: Te han endurecido, te han envilecido, te han transformado en un incrédulo, o te han hecho crecer?
Si hoy estás experimentando un tiempo de circunstancias adversas, tómate fuerte de las verdades eternas reveladas para momentos así. Recuerda vivamente que tu Redentor vive ¡Sí! Dios está vivo y por lo tanto consciente de lo que te sucede, ese Redentor, perfectamente justo y todopoderoso que te ama no te ha abandonado y, es más, te acompaña estando más cerca que nunca de ti. Luego recuerda los tres grandes principios:
a) Todo lo que le ocurra al renacido, es para su bien. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Ro. 8:28).
b) Toda tentación o prueba es limitada por Dios. Ellas son soportables y se puede salir victorioso de ellas. “…fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” (1ª Cor. 10:13).
c) Mientras dure la adversidad se debe continuar adelante considerando que servimos al Señor y que él nos recompensará. : “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” (Col. 3:23, 24).

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

22 de febrero de 2015

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