Cita Bíblica: Isaías 9:1-4
Introducción:
El profeta Isaías, adelantándose a la Navidad y su propósito, en más de 670 años, dice, respecto al ministerio que realizaría el Señor Jesús, cuando estuviera en la tierra morando con los hombres: «El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (Isaías 9:2)
El profeta nos presenta un gran contraste entre las sombras de muerte en que moraban los hombres y una potente luz que les resplandece.
¿Quiénes son estas personas? y ¿qué o quién es esa luz?
Comencemos por identificar al pueblo mencionado:
I. UN PUEBLO EN OSCURIDAD
II. UNA SINGULAR LUZ DE ESPERANZA
III. LUZ QUE ESCUDRIÑA
IV. LUZ QUE REVELA
V. LUZ QUE SALVA
Conclusión:
Jesús es la luz que muestra nuestra condición ante Dios, luego, nos revela el camino a seguir, y al mismo tiempo, se nos manifiesta como la luz que redime.
Muchos quieren la luz de esperanza, pero no la luz del escrutinio; otros aceptan el escrutinio, pero no la revelación del camino; algunos llegan más lejos, pues: aceptan a Jesús como la luz de esperanza; la luz que escudriña el corazón; la luz que revela el camino; pero… nunca dan el paso final, el paso de invitar a la luz misma a morar eternamente en sus vidas.
Solo aquellos que se dejan iluminar con el fin de reconocer sus pecados, luego aceptan el camino propuesto por Jesús, y finalmente le toman como a su propio salvador, son aquellos que, usando las palabras de Isaías: sentirán que el yugo es quitado de sus cuellos y conocerán la libertad que Jesús vino a proclamar y dar. Para ellos, es el gozo en el Señor.
¿Te encuentras cruzando por un bosque oscuro, necesitas más luz? Pídela al Señor y, sin duda alguna, te dará toda la luz que aun necesitas.
“Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.” Salmo 36:9