Pero Josafat dijo: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, para que por medio de él preguntemos?
2 Crónicas 18: 6
Cita Bíblica: 2ª Crónicas 18:1-20:37; 1ª Reyes 22:1-50
Hebreos 5:12
En esta oportunidad, les quiero invitar a considerar la vida y obra de un rey de Israel, Josafat, hijo de Asa y, por lo tanto, tataranieto del rey Salomón.
Josafat reinó 25 años. Su reinado fue bueno, pero con algunos errores asociados a la debilidad de su carácter, o dicho de otro modo, a la falta de madurez de su carácter santo.
Siendo un rey del cual la Biblia nos entrega bastante información, y además, pudiendo sacarse muchas lecciones importantes para nuestras vidas, es que el mensaje será en dos partes. En esta oportunidad, la meta será conocer a Josafat y considerar las consecuencias de su carácter inmaduro.
Josafat fue un rey próspero, y como hemos visto en otras oportunidades, cayó en las trampas de la prosperidad. No es que la prosperidad sea mala o no deseable; el problema se relaciona con algunas de nuestras debilidades, las que suelen manifestarse cuando somos bendecidos con paz y bienestar durante un largo período. En muchas ocasiones, sucede que la persona, al no sentir la necesidad de clamar a cielo, comienza sutilmente a desplazar a Dios de su vida y, de este modo, la vida espiritual emprende el descenso que al principio es lento, pero que no demorará en ir tomando velocidad.
El primer gran error de Josafat, durante su prosperidad, fue el establecer lazos con su malvado vecino, el rey Acab.
- Alianzas desastrosas
- Josafat emparenta con Acab.
- Josafat establece amistad y alianza militar con Acab.
- Temor santo empañado
- El siervo de Dios y los siervos del demonio.
- Entre la voluntad de Dios y la voz de las mayorías.
- La sensibilidad dañada.
- Siguiendo a la mayoría
- Resultados dolorosos
Conclusión
Josafat fue uno de los reyes de Judá que se podría clasificar como bueno, pero con falta de carácter. Como hemos visto en esta primera parte, las debilidades del siervo de Dios que ejerce el liderazgo, sea rey, pastor, padre, profesor, etc., producen un daño que es grande y difícil de evaluar en un principio, pero sabemos que su alcance termina siendo de amplio espectro, por cuanto afecta a muchos, y durante generaciones.
Aún hay más: el desarrollo del carácter cristiano no solo es deseable, es una exigencia para todo redimido, sea líder o no. Se entiende que este carácter no se alcanza de la noche a la mañana, pues es un proceso que pasa por etapas. Lo que se objeta duramente en las Escrituras es que un creyente deje de crecer o, dicho de otro modo, se encuentre estancado en cuanto al desarrollo de su carácter santo. Uno de los grandes peligros en los que se hallará el inmaduro espiritual, y en el que cayó Josafat, es el de hacer alianzas con personas equivocadas, que terminan arrastrándolo hacia la impiedad.
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
Hebreos 5:12