Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos.
Salmos 128: 1
Pasaje bíblico: Proverbios 24: 3, 4
Introducción
A lo largo de las Sagradas Escrituras encontramos relatos de diferentes familias en las que podemos destacar distintas características que las identifican, a veces son buenas y otras veces son malas. Cada familia u hogar tiene una identidad, la pregunta que debemos plantearnos es ¿cuál es la identidad de nuestro hogar?
Pasemos a observar algunas de estas familias bíblicas y rescatar algunas lecciones prácticas para nuestras vidas y hogares.
- Adán y Eva: un hogar contristado
- Un comienzo maravilloso (Génesis 2: 18-25)
- Una caída lamentable (Génesis 3: 1-13)
- Una consecuencia desastrosa (Génesis 3: 7 – 4: 8)
- Isaac y Rebeca: un hogar conflictivo
- Un comienzo maravilloso (Génesis 24 y 25)
- Una conducta inapropiada (Génesis 25: 25)
- Una consecuencia desastrosa (Génesis 27)
- Josué y su familia: un hogar consagrado
- Un comienzo maravilloso (Éxodo 33: 11)
- Una convicción clara (Josué 24: 14-15)
- Una consecuencia maravillosa (Josué 24: 29-31)
Conclusión
¿Cómo identificarías el estado por el que está pasando tu hogar en el día de hoy? ¿contristado? ¿conflictivo? o ¿consagrado?
Aquel que creó el hogar, Dios mismo, quiere también estar presente en él, y con ello, impartir su constante bendición a todos los que lo conforman.