Pasaje bíblico: Efesios 2:1-10
Introducción.
En el Capítulo, 1 Pablo alaba a Dios por las múltiples bendiciones espirituales que Él ha concedido a los hermanos de la Iglesia de Éfeso y, en general, a todo creyente. Pablo da gracias al Señor por los creyentes en Éfeso y ora pidiendo para ellos espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Dios.
Lo que éramos sin Dios y lo que ahora somos. Es el tema de nuestra lectura de hoy, Capítulo 2:1-10.
I- LA CONDICIÓN DEL HOMBRE PECADOR
A) Estaban Muertos Espiritualmente (v.1)
Estaban, como un tiempo nosotros lo estábamos, bajo condenación por nuestros pecados, muertos espiritualmente en delitos y pecados. Pero Dios nos libra de la muerte espiritual, nos da vida.
B) Estaban Bajo la Influencia de Satanás (v.2)
Es Satanás quien controla «la corriente de este mundo» (la moda, las corrientes filosóficas, etc.). Los efesios, antes de conocer a Cristo, seguían ciegamente lo que este ‘mundo’ hacía y valoraba.
C) Eran Hijos de Ira (v.3)
La ira de Dios estaba sobre ellos, por su vida de pecado. Niegan que pueda existir un Dios de Amor porque los pensamientos de la carne no lo conciben dentro de su lógica de maldad.
II- LA OBRA DE DIOS EN LA SALVACIÓN DEL HOMBRE
En esta promesa de salvación espiritual está fundamentada nuestra fe.
A) Dios nos dio Vida Espiritual (v.4-5)
En su amor, Dios envió a su Hijo Jesucristo para ser sacrificado en la cruz para que nosotros tuviéramos vida.
B) Dios nos resucitó (v.6)
Cuando Dios nos libra de la muerte espiritual, nos saca de la esclavitud del pecado, por lo cual, somos muertos al pecado, pero también nos resucita conjuntamente con Cristo.
III- POR FE NO POR OBRAS (v.8-9)
A) La fe es el medio para obtener la Gracia
De acuerdo con estos versículos, la base de la salvación es la Gracia de Dios, y el medio para obtenerla es la fe, solamente la fe.
B) Nuevas criaturas para buenas obras (v.10)
El propósito de esta creación es que nosotros los creyentes hagamos buenas obras. Las buenas obras que Dios nos ha preparado de antemano y que podemos hacer solo ahora que hemos sido renacidos.
Conclusión.
Sólo queda agradecer a Dios por una Gracia tan grande, una gracia que nos trasladó de la muerte a la vida; de las tinieblas a la luz admirable; de la esclavitud a la libertad y de la ira a la comunión eterna.