Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová
Salmo 33:12
Damos gracias al Señor por la patria que nos ha otorgado, agradecemos por la rica y abundante variedad de riquezas que posee, riquezas manifestadas en: diversidad de paisajes; diversidad de minerales, innumerables productos que nacen de una tierra generosa, diversidad de animales terrestres así como multitud de peces y criaturas que pueblan nuestro dadivoso mar, entre otras. Conjuntamente, agradecemos por aquellos dones que muchas veces valoramos poco por tenerlos en abundancia, como ser: paz, libertad, autonomía, prosperidad, pero, por sobre todo, la bendita libertad de poder predicar el Evangelio en todo el país y a toda criatura.
Le pedimos a nuestro Padre Eterno que continúe bendiciendo a esta pródiga Nación y que otorgue mucha luz y sabiduría a aquellos que tienen la responsabilidad de dictar y aplicar las leyes, así como a aquellos que ejercen el poder ejecutivo. Amén.
Nuestra nación será realmente grande, en la medida que sus bases se funden en la eterna Palabra de Dios y que el temor del Señor esté presente en todas las decisiones que sus legisladores tomen.