Introducción
A menudo el mundo piensa que lo sabe todo, que no necesita a nadie superior que le diga como pensar y actuar, piensa que su futuro está en sus manos y en su tremenda capacidad de razonar y decidir cómo le plazca. Incluso más, piensa en su soberbia, que no hay nadie superior a él.
En la Biblia se habla mucho de la sabiduría, y no precisamente como la entendemos los humanos, la sabiduría para el ser humano es sencillamente un conjunto de conocimientos profundos que alguien pueda adquirir en un área determinada.
Los israelitas en este caso Judá, creían que ya no necesitaban a Dios y bastaba con el conocimiento que tenían supuestamente sus sabios o los hombres con más conocimientos para dirigir y decidir lo que la nación necesitaba.
Esto no es algo que pasaba solo en Israel, 600 o 700 años antes de Cristo, es algo que pasa hoy, pareciera que mientras más sabios nos creemos, mas ignorantes somos.
Esa es una de las advertencias que hace el Señor a la nación que iba derecho a ser esclavizada y de eso nos está hablando Jeremías en la porción que consideramos hoy.
¡Cuidado! les advierte, ¡sus sabios los van a llevar a la destrucción! no se fíen de ellos, y relata lo que pasara, …Lo que el Señor estaba diciendo… no tenían interés en entenderlo, para ellos era más importante la palabra de sus sabios que la de Dios…
- Una advertencia: No se apoyen en su propia:
- Sabiduría
- Valentía
- Riquezas
- Un consejo: esfuércense en entenderme y conocerme
- La misericordia de Dios
- El juicio y justicia
Conclusión
Termino ya no con las palabras de Jeremías, sino que con palabras del Nuevo Testamento, y ahora es por la boca de Pablo que el Señor nos aconseja en 1ª Corintios 1:31 y 2ª Corintios 10:17.
Que nuestro amado Dios nos ayude a perseverar en conocer y entender lo que Él es y hace, a saber que es inmensamente misericordioso, pero que también a su debido tiempo hará juicio e impartirá justicia.