Mensaje: Misericordia y Justicia
Escuchar audio del mensaje por el anciano José Trejo
Alabanzas
Les invitamos a cantar:
La paz os dejo, mi paz os doy
Reflexión del pastor Sergio Oschilewski
Queridos Hermanos:
A pesar de las circunstancias y la distancia que hoy nos separa, estamos unidos de corazón y mente debido al profundo significado que estos días tienen para cada uno de nosotros; son días llenos de contenido, emociones y vivencias.
Un día como hoy, hace unos dos mil años, nuestro Señor estaba a las puertas de la Cruz; un día como hoy, nuestro Señor instauró lo que conocemos como “La Cena del Señor”; un día como hoy, nuestro Señor dio las últimas enseñanzas e instrucciones antes de su muerte; un día como hoy, el Señor intercedió por nosotros por medio de una sublime oración cuyo eco sigue escuchándose hasta hoy.
Una de las grandes preocupaciones del Señor durante aquella cena, fue concluir la preparación de los apóstoles para enfrentar las grandes dificultades que sobrevendrían sobre ellos y los creyentes. El Señor los preparaba para la difícil tormenta que estaba a las puertas. Por ello, de sus palabras se desprenden, cual si fuera un reconfortante aroma que llenara todo el recinto: consuelo y paz. Les habló del futuro celestial que les esperaba; de la estrecha unidad que debería existir entre ellos; de Su retorno; de la venida del Espíritu Santo. En resumen, todo en el actuar y hablar de nuestro Señor destila bálsamo y preparación para lo que viene.
Entre estas acciones y palabras gloriosas, el Señor presentó y entregó a sus discípulos una paz no conocida por el ser humano, una paz que deriva de la Obra de Cristo en la Cruz:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Juan 14:27
El mundo entiende y entrega paz como: no violencia, no agresión; como carencia de preocupaciones; también la entrega como tranquilidad basada en la abundancia de bienes materiales. Pero Cristo, ofrece una paz que nada ni nadie, solo él, puede dar: la paz con Dios. La encontramos en Romanos 5:1
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;”.
Es una paz que depende del sacrificio de Cristo y de nuestra identificación con él.
De lo anterior se entiende por qué Pablo se refiere al Evangelio como: “evangelio de la paz.” (Ef.6:15); se entiende por qué la bienaventuranza habla de los pacificadores (Mat. 5:9), es decir los evangelizadores, los que llevan el mensaje de la paz de Cristo.
Sólo una persona en paz con Dios puede tener una conciencia limpia, una conciencia que no acusa, sólo una persona en paz con Dios no teme a la muerte ni al porvenir.
Hermanos, con mucho amor y dedicación el “Ministerio de Alabanza” se encontraba preparando números especiales para estos días de “Semana Santa”; trabajo que quedó suspendido por la emergencia sanitaria. Oremos, pidiendo al Señor que tanto los hermanos como el ministerio, no sean frustrados, sino que todos salgan fortalecidos para dar aun más gloria al Señor de Señores.
Lectura bíblica
Romanos 5:8-10
Oración
Agradezcamos y alabemos al Señor por su gracia y por su amor; un amor perfecto que unido a una justicia perfecta, nos abrió el camino al cielo. Agradezcamos y alabemos al Señor por haber dejado sus magníficas moradas celestiales, despojándose de su gloria, para nacer como hombre, humillándose hasta la muerte de cruz, para darnos salvación eterna junto a Él.
Números especiales
Aunque el coro no pudo entregar las alabanzas que estaban ensayando, aquí hay dos números especiales de Jueves Santo para compartir con la congregación. Esperamos que sea de bendición para ustedes.