Cita Bíblica: Romanos 8:28-39
Introducción
Entre las experiencias más emocionantes que experimentamos al hacer las paces con Dios, es la de haber adquirido la certeza de una salvación eterna y que somos objeto de su amor del cual nada nos separará.
Sin embargo, aun sabiendo lo anterior, cuando ocurren experiencias especialmente duras en la vida, es posible que aparezcan preguntas en lo muy íntimo del corazón: ¿Me ha olvidado Dios?, ¿Será que no soy realmente salvo?, ¿Ha dejado de amarme Dios?
Si esto te llega a ocurrir, entonces repasa con sosiego y oración las palabras del apóstol Pablo que se encuentran en la “Epístola a los Romanos”, capítulo 8:28-39:
- EL LLAMADO DE DIOS Ro. 8:30
- PERMANENCIA DE LA SALVACIÓN Ro. 8:31-34
- PERMANENCIA DEL AMOR DE DIOS Ro. 8:35-39
Conclusión
La paz y el gozo que producen el saber que el amor de Dios es una constante en nuestra vida, debiera ser motivo suficiente para vivir alabando Su Nombre, así como para motivarnos hacia el servicio activo y constante.
¡Toma ánimo hermano, el Señor te ama! No es una frase cliché, ni una fórmula de marketing para estimularte, es una realidad sublime y maravillosa.
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Romanos 8:32