Queridos hermanos en la fe:

Hoy nos corresponde mediante la Cena del Señor recordar, una vez más, el sublime sacrificio realizado por nuestro Señor Jesucristo en la cruz; al respecto, el apóstol Pedro, recuerda palabras de Isaías al escribir: «quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero» (1ª Pedro 2: 24a).

Este pasaje nos habla de lo que se conoce como doctrina de la «sustitución», es decir, de cómo Cristo pagó por nosotros la culpa y la condena que merecían nuestros pecados. Este es un gran motivo para estarle eternamente agradecidos.

Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes



Lectura Bíblica

1ª Reyes 13: 1-10.

Introducción

En la lectura bíblica se nos ha contado de un profeta de Dios cuyo nombre no aparece, por lo que le llamaremos el profeta anónimo, el cual se enfrenta con inusitado valor al Rey Jeroboam y le advierte de lo que acontecerá con los sacerdotes falsos. Además, le adelanta del futuro nacimiento de un rey que se impondrá sobre él.

El varón de Dios cumple con su comisión, actuando con inusitado valor, obediencia al Señor y mucha diligencia.

Sin embargo, la misión completa del profeta anónimo solo concluiría una vez que regresara a su punto de origen, a su casa. En otras palabras, una vez que realizara la otra mitad del camino.

Así es, la historia no concluye aquí. Hubiera sido hermoso que terminara aquí, pero hay mucho más sobre este profeta que debemos saber y de ello se nos cuenta a continuación, particularmente, de tres graves errores que comete durante su regreso.

  1. Primer error: escuchó una voz ajena a la de Jehová.
  2. Segundo error: comió pan y bebió agua en lugar prohibido.
  3. Tercer error: regresó por el mismo camino.

Conclusión

La primera mitad del camino del profeta anónimo, fue excelente, la otra mitad del camino fue desastrosa, fue trágica. ¿Qué le sucedió? Vimos que realizó tres concesiones fatales: escuchó a una voz ajena a la de Dios, comió y bebió en lugar prohibido y regresó por el camino ya andado.

Hermano, si la primera mitad del camino lo has hecho bien, te ruego encarecidamente que cuides tu caminar durante la otra mitad del camino.

El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.

Proverbios 27: 12