
Buscando un culpable
Muy apreciados hermanos en Cristo Jesús:
Una de las cosas que más perjudica a un cristiano, y con ello a una iglesia local, es la falta de arrepentimiento y confesión de los pecados a Dios. Si una persona se dice «renacida» y persevera en pecar sin demostrar contrición alguna, entonces estamos ante un caso muy grave que permite dudar, con justicia, de la experiencia de salvación de esa persona.
No demoremos en acudir al Señor por limpieza en forma regular, y menos aún, cuando un pecado pesa en el corazón.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Salmos 51: 10
Pastor Sergio Oschilewski Malinowski
Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
— Romanos 5: 1-11
Introducción
Hoy tomaremos una vez más la Cena del Señor y, por medio de los elementos simbólicos, recordaremos el sacrificio de Cristo hecho a favor nuestro.
Considerando que el objetivo de la Cena del Señor es recordar y meditar en el significado de su muerte, les quiero invitar a reflexionar en un asunto inevitablemente asociado a su sacrificio y este es ¿quién es el responsable de la muerte del Señor Jesús? Se trata de un tema ineludible y que nos obliga a tomar una decisión fundamental.
- Tres enfoques.
- Los judíos y la muerte de Jesús.
- Los gentiles y la muerte de Jesús.
- Jesucristo y el control sobre su propia vida.
- El otro culpable de la muerte de Jesús.
Conclusión
Concluimos que el Señor Jesús, por decisión voluntaria, cargó mis pecados y, con ello, la culpa y la condena implicada. Fueron nuestros pecados los que llevaron al Señor Jesús hasta la cruz.
Más que acusar diciendo «tú tienes la culpa», lo que corresponde es asumir la tremenda verdad: «Señor, yo soy el responsable de tu muerte» y luego preguntar «¿qué debo hacer ahora?» La respuesta está esperando a cada ser humano y esa es: «arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,» (Hechos 3: 19).
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos,
1ª Timoteo 2: 5-6a