Un nombre, un lugar y un reino

Cita Bíblica: Lucas 1:26-38

Introducción: Ya nos resulta habitual que el tiempo de Navidad se preste para muchas cosas que nos hacen perder la verdad esencial de este acontecimiento. Es así como este tiempo se lo han “tomado” otros personajes. La atención del mundo apunta principalmente a una simple fiesta más en el calendario, otro feriado mas, en el que abundan los buenos deseos que no tienen base alguna en la verdad de lo que significa Navidad.

Pareciera que el mundo está empeñado en hacer olvidar lo que significa la Navidad, incluso, gran parte del cristianismo le da un sentido que no tiene. En definitiva, todos celebran algo, hasta los más ateos, sin saber en realidad qué celebran.

En la lectura que sirve de base para nuestra meditación, están todas las verdades que implica la Navidad. En este anuncio del ángel Gabriel a María, está el verdadero sentido de Navidad. La lectura nos da gran cantidad de detalles que nos ayudan a encontrar la verdad anunciada muchos años atrás, y vemos que el sentido es muy contrario a lo que el mundo piensa o quiere hacernos pensar en el día de hoy. Entre las cosas que nos dice, nos señala el nombre del que está por nacer, con lo que nos da algunas claves para descubrir que es Navidad.

I) Su nombre
Jesús significa Jehová salva, o Jehová es el Salvador o Jehová es salvación, su nombre nos señala el propósito de su venida.

II) Su lugar
Este salvador viene del cielo. La salvación del hombre es un plan divino. La solución para el problema del hombre está en Dios y no en el propio hombre.

III) Su reino
Este niño que nació en un humilde pesebre, que fue perseguido y despreciado, es el mismo que gobernará todos los reinos de la tierra.

Conclusión: Jesús, ese niño nacido en Belén, desprovisto de todo lujo y con la más grande de las humildades, sin pompas humanas, sin siquiera tener un lugar de nacimiento digno de su grandeza, vino a habitar entre nosotros, con una gran misión: ser el único medio de salvación para el hombre. Su nombre nos indica su misión y no fue otra que nuestra salvación. Navidad no tiene otro sentido, que el nacimiento del Salvador.

Un Salvador proporcionado por el cielo mismo. El rescate del hombre siempre viene del cielo, no son los hombres los que buscan incesantemente a Dios, al contrario, es Dios que no se cansa de buscar al hombre, hasta el punto de entregar a Su Hijo, nuestra salvación. Sin duda es el más grande y maravilloso regalo y milagro del cielo.

No debemos, por ningún motivo, desmayar o desmotivarnos de seguir entregando la verdad de la Navidad, porque llegará el día en que veremos Su Reino Eterno, y esperamos que aquellos que más queremos, también lo vean.

Debemos ser perseverantes, valientes para alzar la voz por nuestro Salvador. Navidad, sin duda, es tiempo de anunciar al Salvador. De anunciar la Verdad.

Predicador

Hermano Julio Salvador Álamo

Fecha

13 de diciembre de 2015

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