Mayordomía Cristiana, parte V: la mente sometida a Dios, segunda parte

Amados hermanos:

Les saludo pidiendo a nuestro Padre que les continúe otorgando paz, confianza y ánimo durante la nueva semana que hoy iniciamos la cual constituye la entrada a un mes con no pocos desafíos.

Hoy nos corresponde continuar con la segunda parte del tema que trata sobre la mayordomía de la mente. Estamos en un mundo en el que paso a paso, cual felino que se acerca a su presa, los cazadores de mentes han ido cubriendo territorio y hoy son amos de multitudes de voluntades cuyos dueños no se dan cuenta de su condición de presas que han sido atrapadas.

El Señor nos ayude a entender y a tomar acciones inmediatas sobre esta amenaza que hoy tiene al mundo bajo el control de unos pocos, pero magistralmente organizados bajo el mando del mismo Lucifer. Por lo tanto, oremos unos por otros y despertémonos unos a otros, motivándonos a exponer nuestras mentes bajo el escrutinio de Dios.

Un fraternal abrazo de vuestro hermano,

Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes

A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.



Pasaje bíblico

Salmos 139: 1-6.

Introducción

Bienvenidos a esta segunda parte de nuestra reflexión que trata sobre la mente y la forma cristiana de administrarla.

Veíamos con preocupación, cómo, a pesar de que la mente es algo tan íntimo, delicado y, aún, trascendental, suele ser uno de los lugares menos cuidado de nuestro ser. Por otra parte, se trata de un lugar al cual muchos quieren acceder para manipularnos y hacernos pensar como ellos.

Luego nos hicimos la siguiente pregunta: ¿por qué debo administrar mi mente? Comenzamos a responder, considerando que: mis pensamientos de hoy pueden transformarse en acciones el día de mañana. En muchos sentidos esto es lo normal de la vida y se asocia con la necesaria planificación. Sabemos que es bueno planificar y mucho mejor si se hace siguiendo el consejo bíblico.

Cuando se planifica, la Biblia aconseja: «Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.» (Proverbios 20:18). Luego, se hace evidente que el mejor consejero es Dios mismo, origen de la sabiduría y del consejo perfecto.

De lo dicho, también concluimos que gran parte de mis acciones pecaminosas de hoy fueron, primeramente, pensamientos mal administrados debido a mi naturaleza pecaminosa o viejo hombre.

En seguida entramos al tema del cómo administrar la mente, aun cuando ya habíamos abierto la puerta a esta respuesta al considerar que: «Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.».

Luego nos preguntamos: ¿qué otros elementos podemos agregar a una buena administración de la mente? Concluimos que resulta indispensable un examen constante de ella, colocándola con todo lo que implica: pensamientos, razonamientos, fantasías, recuerdos, etcétera, ante los ojos de Dios quien puede escudriñarla, probarla, corregirla y sanarla.

Ahora les propongo continuar avanzando en este importante tema.

  1. Mente y pensamientos.
    1. La mente y la vida espiritual.
    2. Los pensamientos de hoy serán las acciones de mañana.
  2. La mente debe ser administrada.
    1. Examinándola.
    2. Limpiándola.
      1. Eliminando lo que está contaminando.
      2. Evitando que siga ingresando lo que contamina.
    3. Aprendiendo a discernir.
    4. Llenándola con la Palabra de Dios.
    5. Haciendo uso de la provisión hecha por Cristo en la Cruz.
    6. Colocándola bajo la administración del Espíritu Santo.
  3. El resultado de una buena administración de la mente.

Conclusión

Como hijos que desean experimentar las transformaciones que el Padre quiere realizar en nosotros «por medio de la renovación de vuestro entendimiento», expongamos constantemente nuestra mente al escrutinio de Dios con tal de detectar caminos torcidos, así como daños de diversos grados que ya se han producido.

Luego, mantengamos el aseo constante de ella, eliminando la suciedad; evitando que sigan entrando contaminantes y perfeccionando el discernimiento espiritual. Al mismo tiempo: llenémosla con la Palabra de Dios y usemos todo el poder y voluntad que está a nuestra disposición por Cristo Jesús y el Espíritu Santo.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Isaías 26: 3

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

27 de febrero de 2022