Caminando juntos

Cita Bíblica: 1ª Tesalonicenses 5:12-15

Introducción: Las dos cartas a la iglesia de los tesalonicenses fueron escritas, aproximadamente, 20 años después de la ascensión de Cristo, y están dirigidas a iglesias relativamente nuevas. Incluso nuestra iglesia, tiene más años de vida de los que tenía la iglesia de Tesalónica al recibir esta carta.

Esta carta es muy interesante, porque vemos la sencillez, ternura y el afecto de Pablo por los hermanos, su preocupación era constante, como la de un padre por sus hijos.

El gran tema de la carta es la venida del Señor. No hay capítulo que no haga alusión a ello. No obstante, también hay otros asuntos, entre los que se encuentra el que trata sobre la necesidad de confirmar a los nuevos creyentes en las verdades del Evangelio.

Es así como, ya al finalizar el libro, encontramos una serie de exhortaciones o llamados, o por qué no decirlo, responsabilidades que cada miembro tiene que asumir. Sería muy largo explicar los 15 o 17 llamados que hace el apóstol a cada uno de nosotros. Nos concentraremos solo en cuatro, ya que nos involucran a todos, y principalmente están relacionados con nuestro actuar con respecto al otro.

Las cuatro responsabilidades que veremos están todas concentradas en el versículo 14 de nuestra lectura, ellas son:

I. AMONESTAR (A LOS OCIOSOS)
II. ALENTAR (A LOS DE POCO ANIMO)
III. SOSTENER (A LOS DÉBILES)
IV. SER PACIENTES (CON TODOS)

Conclusión: Han pasado ya largos años desde que esta carta fue escrita y enviada a los hermanos de Tesalónica. Hoy, Sin embargo, las recomendaciones o responsabilidades que en ese momento Pablo les dio a nuestros hermanos, todavía están vigentes. Estas no son para otros o para el que está sentado a nuestro lado. Estas obligaciones son para cada uno de nosotros.

Los miembros de una iglesia local somos responsables de edificarnos unos a otros. La responsabilidad del creyente no radica solo hacia Dios, sino que radica también hacia mi hermano. No se puede amar a Dios sin amar al hermano. Yo soy el llamado a amonestar, a animar, a sostener al que está a mi lado, y debo hacerlo con la paciencia que Dios mostró hacia mí.

Muchas veces incluso tendrás que llevar las cargas de tu hermano, es más, muchas veces lo cargaras a él, pero en otras ocasiones, será tu hermano el que cargara contigo.

Procuremos avanzar, pero procuremos también que nadie quede en el camino.

Predicador

Hermano Julio Salvador Álamo

Fecha

9 de agosto de 2015

Etiquetas